El mejor papel protagonista del Celta
Los celestes han logrado puntuar como visitante contra seis de los siete primeros clasificados
Vigo
En 1997 Jon Amiel dirigió una comedia divertida por Bill Murray y poco más. Pero lo más original seguramente fue la trama por lo peculiar de la puesta en escena de “El hombre que no sabía nada”, parodia noventera de El hombre que sabía demasiado. En esta película Bill Murray dirige un videoclub en los EEUU y se va a Londres desde Iowa a visitar a sus familiares. Estos contratan a unos actores para entretener a un loco de las películas como su pariente; quieren que viva, por las calles londinenses, una recreación de la trama de una película de espías y de acción. Pero, el personaje de Murray, pensando que estaba en una representación teatral, actúa como si tal pero, realmente, sí se había metido, por accidente, en una trama de espionaje internacional. Pero él actúa como si realmente fuese todo ficción y eso desconcierta todavía más a los enemigos del orden mundial que pretendían llevar a cabo un atentado en Londres. Esa osadía, valentía impostada a la hora de proceder se debía a su bendita inconsciencia porque pensaba que estaba en una escenificación. Esa es la trama de la película. Y eso es lo que le pasa al Celta. Pocos equipos pueden presentar un palmarés, como visitante, en el que ha sido capaz de puntuar en seis de los siete primeros clasificados. El único lunar lo encontramos en la visita al Camp Nou en la que un Messi magistral a balón parado se encargó de desnivelar el partido: dos golazos de falta y un penalti. Pero el Celta demuestra las hechuras de equipo armado para otro cometido. En esos partidos en los que, seguramente, la presión era menos agobiante que en los choques contra sus rivales directísimos por el descenso, daba su mejor versión.
El Celta fue capaz de empatar 2-2 contra el Real Madrid (líder de la Liga) en un partido en el que los de Óscar fueron capaces de ponerse por delante y acabaron empatando con el equipo de Zidane. Perdió contra el segundo clasificado que es el Barcelona. También salió con un 0-0 del actual tercer clasificado. Supo a gloria a principios de temporada aquel puntazo en el Wanda Metropolitano. El Celta fue capaz de neutralizar el ataque del Atlético de Madrid de Simeone. Siguiendo con la actual clasificación, cuarto está el Sevilla de Lopetegui. Pues este Celta también fue capaz de empatar en el Pizjúan 1-1. Por aquel entonces el Sevilla era líder. En Europa está el Getafe y el Celta también rascó un 0-0 más que interesante contra el cuadro de Bordalás que, es cierto, mereció más en aquel partido. Sexto está el Villarreal y el Celta ganó en La Cerámica rompiendo la racha de un año sin ganar fuera de casa. Fue capaz de ganar 1-3. Séptima está la Real Sociedad y el Celta acaba de ganar también en el Reale Arena rompiendo la racha de no hacerlo fuera desde noviembre y rompiendo la estadística de no ganar dos partidos seguidos desde hace año y medio. Es decir, el Celta ha puntuado en seis de las siete visitas a los primeros clasificados. Si extendemos la clasificación hasta el puesto 10, el Celta perdió con el Valencia por la mínima en el 86, empató 0-0 en Los Cármenes y empató 1-1 en San Mamés. Ha puntuado en ocho de las diez visitas a los diez primeros clasificados. Está claro que este equipo está en el psicoanalista, le pudo la presión, estaba configurado para otras cosas y lo pasó realmente mal. Aún siendo un Celta deprimido, débil, ciclotímico y dubitativo, la calidad la demuestra con esta estadística. Otra cosa es la regularidad. El Celta es Wallace, ese personaje de Bill Murray que juega con total normalidad ante esos asesinos y espías internacionales de primer nivel, porque seguramente piense que está viviendo una ficción. Aquel era “El hombre que no sabía nada”. Lo que sí sabemos es que el Celta, pese a la presión clasificatoria, tiene calidad y fútbol para discutirle los partidos a los de arriba. Siempre quisimos ser protagonistas en esas películas de espías internacionales, pero nos ha tocado vivir una película de terror que, esperemos, tenga final feliz.