El Mercado de Russafa apuesta por la venta telefónica y en línea y el reparto a domicilio contra la crisis

Valencia

La mayoría de puestos del Mercado de Russafa, en València, han estado abiertos incluso durante el estado de alarma decretado a raíz de la pandemia del coronavirus. Los vendedores y vendedoras continuaron en marcha para abastecer al vecindario de productos de primera necesidad. Ahora, aunque las pérdidas han sido las protagonistas de estos meses, los y las comerciantes intentan reinventarse para dar servicio en un verano marcado por la incertidumbre.

Aunque la mayoría de trabajadores llevan desde el inicio del confinamiento trabajando, el verano en el centro de València hace caer la afluencia en el mercado. Esto, sumado a la inesperada pandemia que ha cambiado todo en muy poco, ha hecho que desde el mercado se decidieran por impulsar la venta en línea o por teléfono y el reparto a domicilio. Según Ricardo Juan, presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado de Russafa, muchos han apostado por el servicio a domicilio y en bicicleta, para poder llegar a más gente en una época del año en la que la ciudadanía se traslada a sus casas de verano o se van de viaje.

El presidente de los vendedores tiene claro que en el mercado todos van a tener pérdidas tras el estado de alarma. Por ello pide reflexionar sobre cuál es su papel. Ricardo asegura que los mercados son un servicio de primera necesidad, básicos dentro de la ciudad, "hay que potenciar el servicio cercano". Los mercados son un "bien común para València" que hay que explotar.

Por ello, anuncia que después del verano se reunirán con el Ayuntamiento. En septiembre se sentarán a hablar de subvenciones, de ayudas a las pequeñas empresas y los autónomos del mercado, y también sobre acciones publicitarias para dar visibilidad al mercadon en la ciudad.