¿De qué sirve tener un director deportivo si no tiene poder para tomar decisiones?
El funcionamiento interno que Meriton impone en el Valencia mantiene al club paralizado desde hace meses
Valencia
La coletilla recurrente de las últimas semanas en el entorno del Valencia se pregunta dónde está César Sánchez, el responsable que Meriton eligió a mediados de enero para tratar de reconstruir la parcela deportiva, con el cargo de director de fútbol. Sabemos que está, porque ha cerrado operaciones como la de Florenzi y ha sido el encargado de negociar con la abogada de Garay o los agentes de Guillamón sus respectivas operaciones de renovación. Pero el club ni siquiera le ha presentado en público. Ni antes ni después de la pandemia del coronavirus.
El asunto, lamentablemente, es mucho más profundo que una presentación o una aparición puntual tras la derrota en Eibar o Villarreal con la que enviar un mensaje de club. Por la información que tiene la Cadena SER, César Sánchez no tiene problema alguno a la hora de comparecer ante la prensa para responder preguntas. Tiene claro su proyecto, el rumbo que debe adquirir la institución y las decisiones que ejecutar a corto y medio plazo. Entonces, ¿cuál es el motivo de su silencio?
Muy sencillo. El de Coria, que no es un neófito en el negocio, quiere esperar a tener respaldo absoluto de Peter Lim para realizar manifestaciones públicas. Y, mucho más importante, para poner en marcha las medidas que, a su criterio, necesita el Valencia para volver a ser competitivo. La continuidad de Celades es el ejemplo más cercano. Como no hay novedades desde Singapur, el director deportivo ha trasladado esta mañana a la plantilla que el entrenador dirigirá al equipo el miércoles ante el Athletic de Bilbao. No hay tiempo para otras maniobras ni un plan B que convenza plenamente dentro de la entidad. Pero a nadie le sorprendería que Lim decidiera la destitución mañana a primera hora. Porque la realidad en el club es que Albert Celades ha agotado el crédito, perdiendo por completo el control del vestuario.
Así las cosas, ¿no sería más lógico que el encargado de dirigir la parcela deportiva tuviera plenos poderes para tomar decisiones sin temor a que -horas después- el propietario cambie el rumbo dejando sin efecto realizado? ¿qué sentido tiene designar un director de fútbol si no siente la confianza necesaria para poner en marcha un proyecto? Después de la experiencia Celades, ¿de verdad van a volver a colocar en el banquillo a un técnico perfil 'funcionario' en lugar de dejar que César elija un profesional con el perfil necesario tal y como Mateu Alemany optó por la figura de Marcelino?
Como pueden comprobar, hemos vuelto a la casilla de salida. Del siguiente movimiento de Meriton depende que el Valencia se ponga en marcha y camine hacia delante o que, en cambio, involucione y se convierta en un candidato a evitar el descenso. Viene un verano muy complejo en lo económico y no estamos para dejar las siguientes temporadas en manos de cualquiera.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia