Iñigo Samaniego: 'Montermoso se reactiva para darle a la gente lo que no hemos tenido en los últimos meses'

Aranda de Duero

Hace 7 años, Iñigo Samaniego volvía a su Aranda natal. Con nervios, pero muchas ilusiones e intenciones. Arribó a Montermoso después de renunciar a su vida en Madrid para pasar los últimos años con su padre, al que le habían diagnosticado un cáncer, y con la intención de convertir este complejo en uno de los más relevantes de la Ribera del Duero. Él recibió como legado un símbolo de la hostelería y como regalo aprender al lado de uno de los mejores, Jesús Samaniego, persona de una talla profesional y humana extraordinarias. Y puede decir bien alto que sí, lo consiguió. Cada uno de sus objetivos. Hoy conocemos su historia, cómo ha sido capaz de reinventar esta puerta de entrada a Aranda para convertirlo en un destacado lugar donde tienen lugar actos sociales, familiares, empresariales… Y tras tres meses muy complejos por el bloque de una pandemia mundial, presenta una nueva propuesta para revolucionar nuevamente el sector.

“Queda otra persona diferente, han sido 7 años de aprendizaje, de alegrías pero también duros por la pérdida de nuestro padre, y de ilusión con un trabajo y una profesión que es absolutamente fascinante. Yo nací, crecí y aprendí en un hotel y eso se lleva dentro. Mi padre nos ha enseñado siempre la cultura del trabajo y del esfuerzo, en tiempos jóvenes nos despistábamos un poco más pero siempre intentábamos echar una mano en casa, y en algo que mi padre nunca quiso para nosotros porque sabemos que la hostelería es uno de los sectores que más desgastan”, cuenta Samaniego.

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Se ha vivido una situación complicada para toda la hostelería. Iñigo ya intuía todo lo que venía… El confinamiento le pilló en Madrid. “Pensé que iba a tener un negocio con 25 trabajadores parado y con la incertidumbre de no saber cómo va a evolucionar todo. Yo creo que al principio es un momento de shock pero hay que tener la capacidad de ponerse en la situación y reaccionar desde el minuto uno… Hay que responder a los compromisos, y hay que hacer frente a ellos, y luego pensar qué es lo que podemos hacer. El ser humano en los momentos más complejos hace virtud. Esto que nos ha pasado es un buen ejemplo porque hace que salgamos de lo habitual, y que pensemos”, cuenta.

Novedades

Lo que está por llegar es la reapertura de Montermoso, que será una realidad desde este miércoles, cuando se reactivará el hotel. “Hemos realizado un lavado de cara al mismo, una nueva actualización con estreno de habitaciones más modernas, y tenemos de hecho 14 reservas ya para ese día por lo que esperamos que si todo vuelve a esa nueva normalidad, podamos seguir dando servicio perfectamente”, especifica Iñigo.

Pero el complejo también tendrá novedades en su parte gastronómica. “Estamos en un entorno perfecto, bien comunicado y con espacios a los que tenemos que sacar el máximo partido. Vamos a trasladar absolutamente todo nuestro concepto de gastronomía a los jardines, con nuevos lugares acondicionados para esta reapertura, una carta sobre todo de terraza, aire libre, espacio, barbacoa… Teníamos la nueva carta que íbamos a presentar para esta primavera, y resulta que toda ella ha cerrado su etapa y hemos creado otra nueva solamente basada en lo que es terraza, de forma que cuando la gente acuda se sienta especial", reconoce Samaniego.

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Los sábados y domingo, a partir de las 12 y hasta las 14.30 horas, en Montermoso habrá una carta específica de vermuts y gastronomía en miniatura. La cultura del tapeo en su máxima expresión. Y las novedades también afectan al fin de semana porque se ha creado una atmósfera muy especial y visual en los jardines donde se darán comidas y cenas con poductos cocinados en barbacoa que podrán ser degustados arropados con música ambiental a través de un DJ.

En tiempos excepcionales, propuestas extraordinarias. Montermoso no es un complejo. Es una experiencia. Es aire. Es libertad y espacio. Es garantía de éxito. Y es una realidad, desde este 1 de julio.