40 millones para empezar la transición en Andorra

Andorra (Teruel)

Antes de que acabe el año se pondrán en marcha dos nuevas líneas de ayuda para la transición justa en la comarca de Andorra, una de 7 millones de euros para ayudar a la descarbonización, y otra de 27 millones de euros que tiene que ver con el cierre de las minas. Ambas se resolverán, lo dice la directora del Instituto para la Transición Justa, Laura Martin, este 2020. Además, añade, está previsto firmar un acuerdon con la adminsitración regional y los ayuntamientos, por más de 6 millones de euros, para impulsar infraestructuras en la zona. Estas son, por más de 40 millones de euros, las herramientas a corto plazo para la transición de la cuenca minera que hoy verá como cierra la que hasta ahora ha sido su locomotora, la central térmica de Endesa en Andorra.

Pero lo que preocupa no es el corto, sino el medio y largo plazo. "Nos jugamos -dice Martín- el futuro de la comarca y hay que invertir tiempo en elegir proyectos que no supongan sustituir el monocultivo del carbón por un monocultivo renovable". En esta fase está ahora el convenio de transición justa todavía sin firmar, en la del proceso participativo. "Hemos recibido muchos proyectos maduros y viables -asegura esta directora- y esperamos resultados visibles este 2020. Los necesitamos -añade- para paliar la incertidumbre de los habitantes de la zona".

El futuro de los trabajadores

No le falta razón. De momento, los trabajadores y los ciudadanos se quejan de que solo han escuchado promesas y no han visto llegar todavía ni una empresa. "Las hay -se defiende Martin- pero no soy yo, ni es prudente que hablemos por ellas". Según la responsable del Instituto para la Transición Justa, hay empresas y proyectos de todos los sectores que aportarán innovación y sostenibilidad. "La administración -explica- debe acompañar a estas empresas, y elegirlas con el criterio de generación de empleo, social, etc...". En este sentido, asegura que el concurso y la normativa para llevarlo a cabo es innovadora porque no sólo valora la inversión sino sus criterios de generar futuro en el territorio. Tampoco quiere dar cifras porque asegura que el convenio va más allá de establecer líneas de ayuda, "Es diferente -matiza- no nos comprometemos a un número concreto de millones de euros sino a que el cierre de la térmica y la transición tengan un impacto cero en el empleo". Queremos -subraya- un convenio de realidades". Habrá que esperar al otoño para comprobarlo.