Medicina de guerra, y lo demás también
Por no hablar de las compras de material sanitario en China sin cumplir con uno solo de los protocolos habituales

"La línea roja" de Matías Vallés (02/07/20)
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Palma
Una de las expresiones más utilizadas estos meses es “medicina de guerra”.
Puede ser más o menos afortunada, pero sintetiza el sacrificio de los sanitarios de trinchera, otro término bélico, que ha incluido el reciclaje hacia el coronavirus de profesionales de otras especialidades.
O la movilización, más medicina de guerra, de alumnos sin acabar la carrera por si su concurso fuera necesario al dispararse los ingresos hospitalarios.
O la transformación acelerada de trabajadores en paramédicos.
Por no hablar de las compras de material sanitario en China sin cumplir con uno solo de los protocolos habituales.
Si un campo tan reglado como la Sanidad se ha adaptado a una situación de emergencia, sorprende la parálisis de los demás campos sociales, que solo pretenden ser devueltos a la situación existente antes de la pandemia.
Y como dice el muy conservador e impronunciable Wolfgang Schäuble, presidente hoy del Parlamento alemán y antes ministro austericida de Merkel, “sería terrible si todo volviera a ser como antes”.
Si no se aplican los criterios de la “medicina de guerra” al resto de actividades pulverizadas por el coronavirus, la próxima vez el término “guerra” no será metafórico sino literal.




