Titi, sobre el partido en Torrent: "Me pegaron el atraco de mi vida"

Logroño

No sabemos qué sucederá el próximo 18 de julio. No tenemos una bola de cristal que nos adelante el resultado del partido más importante de nuestras vidas, ese en el que el fútbol riojano está ante la oportunidad de situarse 20 años después en el fútbol profesional.

Pero sí sabemos dos cosas muy importantes: que el fútbol riojano nunca había estado tan cerca en el siglo XXI de ascender a Segunda, y que este club, como club, llega más preparado que nunca para sacar adelante este tipo de partidos.

La Unión Deportiva Logroñés ya no es el novatillo de los playoffs de ascenso. Los afronta desde el liderato del Grupo 2. Llega tras el subcampeonato del curso pasado. Lo ha conseguido tras acumular partidos de playoffs que en las próximas semanas vamos a repasar aquí en la Cadena SER. Porque creemos que todo este bagaje ayuda y mucho a jugar este tipo de encuentros.

Alicante, Badajoz, Sevilla, Torrent... ciudades que forman parte de la trayectoria de este club en playoffs de ascenso. Cuatro intentos de subir a Segunda en los últimos seis años. Ya empiezan a ser experiencias suficientes como para dejar de ser el novato en este tipo de lides. Por eso, quizás, no queríamos al Cartagena.

El equipo aprendió una valiosa lección la primavera pasada en esa mala media hora en el Rico Pérez ante el Hércules. Los riojanos se adelantaron pero finalmente recibieron 3 goles en media hora y la eliminatoria de semifinales vino muerta a Logroño. Ganó mucho poso de equipo de playoff ganando en Badajoz, y sabiendo sufrir en Las Gaunas para sacar un empate a 3 ante el equipo de Medhi Nafti que apretó las tuercas a los riojanos. Eso la temporada pasada.

Con Carlos Pouso en el banquillo demostró que no hay que ser el mejor equipo para ganar una ronda. Recuerda lo que sucedió en Villarreal. Y comprobó que con una plantilla corta es complicado ascender por el camino largo. Aquel equipo llegó agotado a la ronda de semifinales contra el Sevilla Atlético.

Y dicen la letra con sangre entra. Y ahí vamos, al que sin duda ha sido uno de los días más dolorosos en la corta historia de este club. Estamos en Torrent, año 2015, partido de vuelta. El San Gregori como agujero negro de una de las infamias más importantes de infrafútbol español durante este siglo.