"Cuidem el Cabanyal" acusa al Ayuntamiento de pasar de una prolongación horizontal del barrio a una vertical

Valencia

La Asociación Vecinal “Cuidem el Cabanyal” afirma que se ha pasado de una prolongación horizontal del barrio, la que pretendía el PP, a una prolongación vertical, en altura, con el actual gobierno municipal que ha cedido la fachada marítima del barrio al turismo rompiendo la trama histórica y faltando a la verdad sobre una rehabilitación que peca de un urbanismo desfasado y caduco.

Y es que según Carlos Pérez, portavoz de Cuidem, el proyecto municipal, el Plan Especial del Cabanyal (PEC), es superficial, abusa de la vivienda nueva cuando hay un 20% de viviendas vacías, apuesta solo por el turismo con el peligro de “turistificación” que supone, destroza la fachada marítima con edificaciones en altura, miente cuando habla de zonas verdes y carece, en general, de transparencia.

Solo se ha escuchado a parte del barrio pero no a todos. Lamenta que las mil alegaciones que presentaron hace un año al borrador ni siquiera hayan sido contestadas mientras los responsables municipales presumen de diálogo y ahora intentan reconducir eso con nuevas alegaciones.

Y añade que un ejemplo más de la forma de hacer del equipo municipal ha sido aprobar el plan en plena vigencia de la pandemia con las restricciones de movilidad activas e impidiendo informar bien a los vecinos.

Cuidem el Cabanyal anuncia también una campaña informativa para acercar a todos los vecinos la realidad de un proyecto que considera Carlos Pérez somete al barrio al turismo, sin haber aprendido nada de la pandemia, jugándolo todo a esa carta. 

En un comunicado, Cuidem explica que su labor "se centra en conseguir que el vecindario del Cabañal-Canyamelar pueda decidir cómo será el barrio donde quiere vivir en los próximos años y revertir el urbanismo contenido al PEC, que considera obsoleto, del siglo pasado, androcéntrico, depredador de recursos naturales, ciego a la situación de Emergencia climática, turistificador, hecho de espaldas a la participación ciudadana al gusto de bancos, inmobiliarias y constructoras, e incompatible con la arquitectura tradicional del barrio".