Francia abre la vía para que el etarra Josu Ternera salga de prisión
Está procesado en la Audiencia Nacional por la bomba en la casa cuartel de Zaragoza en 1987, que provocó 11 muertos. El Tribunal de Apelación de París rechaza su entrega por crímenes de lesa humanidad por "imprecisiones" en el asesinato del directivo de Michelin Luis Hergueta
París
El Tribunal de Apelación de París ha autorizado que el dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea, alias "Josu Ternera", salga de la cárcel y quede bajo arresto domiciliario si es viable utilizar un brazalete electrónico para controlar sus movimientos. Sus abogados han reclamado la salida de la cárcel por motivos de salud debido a la epidemia del coronavirus en la cárcel de la Santé, donde está preso desde mayo de 2019. Estaba huido de España desde 2002 y fue localizado en el sur de Francia por la policía francesa.
Además, este mismo tribunal, rechaza entregar a España al etarra por crímenes de lesa humanidad debido a que considera que en la información española recibida hay "imprecisiones" tanto en la calificación de los hechos reprochados como en su fecha, por el asesinato, en 1980, del directivo de Michelin Luis Hergueta.
La sala de instrucción de la corte ha ordenado un estudio para comprobar que la arresto domicilario con brazalete electrónico puede efectuarse con todas las garantías por motivos de salud. Será el próximo 29 de julio cuando tome una decisión en una nueva audiencia.
Por el asesinato en 1980 del directivo de Michelin Luis Hergueta, este tribunal francés ha pedido información adicional a España sobre la posible prescripción de este delito y ha aplazado el caso hasta el próximo 30 de septiembre, cuando también está previsto que decida sobre una segunda euroorden por su presunta implicación en la financiación de ETA a través de las "herriko tabernas".
La Justicia francesa ya aprobó en enero la entrega de Ternera a España para ser enjuiciado por el atentado perpetrado en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, que causó la muerte a once personas, seis de ellas niños. Sin embargo, este caso está pendiente de examen en el Supremo después de haber sido recurrido por la defensa del etarra.