La Mezquita sola
Hoy por Hoy Córdoba. Firma de opinión de Eva Puche: "La Mezquita sola"
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Córdoba
El otro día visité la Mezquita.
Cuando me enfrento a este ratito de radio, siempre me acuerdo de mi abuela. La eterna discusión: - Abueli! Es la Mezquita, no la Catedral- Eso era en los 80.
Mi visita era realmente a la Mezquita. Quería poder contemplar los arcos limpios de parafernalia, en silencio, así de bonita siempre. Y pude hacerlo. El reflejo de las vidrieras de colores en el suelo me trasportó. Qué belleza.
Durante toda mi estancia allí tenía un sentimiento encontrado. No pude abstraerme de la realidad. Me asaltaban mil pensamientos.
Qué privilegio y qué sueño imposible. No podía desear que ese lugar fuera minoritario, que los visitantes pudieran disfrutar igual que yo. Finalmente esta ciudad depende, a día de hoy, del turismo. Sentí pena por mi deseo imposible. No quiero que mi ciudad y sus gentes se hundan en la miseria y no veo alternativa. Supongo que es un pensamiento que a muchas personas nos preocupa y yo no tengo soluciones.
Me gustaría que los réditos de ese turismo, esperado y odiado a partes iguales, se distribuyeran mejor; que los sueldos fueran justos; que los turistas fueran educados y respetuosos; que los beneficios de nuestra insólita joya repercutieran sobre Córdoba y sus gentes. Me gustarían tantas cosas…
Ayer volví. Eran las 21.30h de la tarde y hacía un calor abrasador. Pensé que caminar por el Patio de los Naranjos sería un alivio y a la vez un gran placer. Pero no pude. Las puertas de la Mezquita-Catedral estaban cerradas a cal y canto.
Nuestros gestores llaman a todas las puertas, gritan por las esquinas que Córdoba es un destino seguro, apetecible, buscan titulares. Pero finalmente no pueden lograr que los responsables del monumento cordobés por excelencia pueda ser visitado a las horas en las que medianamente se puede respirar.
Volví a sentir pena, esta vez mezclada con perplejidad y enfado.
Feliz verano