Vivir sin miedo

Ochenta investigadores de 40 universidades, incluida Las Palmas de Gran Canaria, participan en un estudio de investigación internacional para evaluar cómo ha afectado el confinamiento a los ciudadanos. Sus primeros análisis señalan que un 35% de la población presenta o está en riesgo de sufrir síntomas de ansiedad o depresión. Y apuntan algunos de los colectivos más afectados: sanitarios y docentes sobre todo; además de pacientes con patologías previas, personas con diversidad funcional, población desplazada o víctimas de la violencia de género.

La realidad es que la Covid-19 dejará huella en todos y cada uno de nosotros y nosotras. Porque hemos vivido un acontecimiento que quedará fijado en los libros de historia, como quedaron los episodios del cólera, la peste o la fiebre española.

Toca ahora aprender a convivir con el virus. Y sin perderle el respeto, perder el miedo a salir, a estar, a compartir… Con mascarilla, manteniendo las distancias y con las manos bien limpias, pero superando ya el impacto que nos produjo el coronavirus: “Sabemos lo que hay que hacer. Sabemos cómo afrontar un posible rebrote”, han señalado en la antena de la SER los sanitarios que participaron este viernes en el programa especial con que hemos despedido esta tumultuosa temporada 2019-2020.

Vivir sin miedo es uno de los grandes retos de las sociedades actuales. Ya lo era antes de la pandemia: miedo al paro, miedo a la soledad, miedo al otro o miedo a ser controlados. Miedo incluso a opinar. Los males que ensombrecen nuestros días son sin duda muchos. Y vivimos puntual y exageradamente informados de las amenazas que nos acechan. Pero ya sabemos que “el pesimismo de la razón se combate con el optimismo de voluntad”. ¡Que nada nos impida disfrutar (sí, disfrutar) de la nueva normalidad!