El kiosco del Barriles queda desierto

Aranda de Duero

El parque El Barriles no tendrá abierto su kiosco tampoco este verano. El concurso que convocó esta primavera el Ayuntamiento de Aranda para adjudicar la explotación de este servicio público ha quedado desierto. Las bases eran quizás demasiado exigentes y ninguna empresa o autónomo se ha animado a presentar oferta para hacerse con esta contrata que salía a licitación con un canon mensual mínimo de 285 euros y un tiempo de explotación de apenas dos años y medio.

Y es que, aunque entre los criterios de adjudicación, la oferta económica era importante, pesaban aún más las inversiones a realizar, aunque también se tenía en cuenta el paquete de actividades de ocio y culturales, como las que se llevaron a cabo en la última etapa en la que este bar estuvo abierto. “Creíamos que era un importe ajustado para las características que tenía, pero sí que es cierto que a lo mejor hemos dejado un tiempo muy breve y es que el contrato duraba hasta diciembre de 2022 y tenían que hacer una pequeña inversión para ponerlo en marcha y probablemente no ha resultado lo suficientemente atractivo”, explica Raquel González. Después de este primer intento, la intención del Consistorio es volverlo a sacar a licitación ampliando el tiempo de explotación para que se puedan rentabilizar las inversiones, comentaba la alcaldesa, que espera que no ocurra lo mismo con el nuevo kiosco de la Virgen de las Viñas, que tiene un canon de 80 euros. “Es un kiosco que ha quedado precioso, que va a permitir un espacio para tener veladores y mesas y para poder hacer actividades incluso lúdicas allí, así que vamos a ver si tenemos suerte”, comenta la alcaldesa.

Hay un tercer kiosco municipal, que es el del parque de la Huerta, que requiere de una importante puesta a punto, especialmente en lo que se refiere a la instalación eléctrica. Para ello, el plan que tiene el Ayuntamiento es llevar a cabo este otoño esta reforma a través de un taller de empleo.