La floricultura del Guadalentín ya prepara las próximas campañas tras el golpe del Covid19

Lorca

El cultivo de la flor cortada y la planta ornamental ha sido la actividad del del sector agrario que más ha sufrido como consecuencia del coronavirus, por el estado de alarma que paralizó la economía y muchas celebraciones que siempre traen en primavera un incremento de las ventas.

Así lo han notado en Puerto Lumbreras y Lorca, donde aún se mantiene parte de la floricultura de la Región de Murcia. Tras este golpe, el sector prepara ya fechas señaladas como el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, incluso la campaña de Navidad, con la flor de Pascua. Sin embargo, la palabra "incertidumbre", como en otro ámbitos de la actividad empresarial, sigue siendo lo más preocupante.

La cooperativa Alimer cuenta con su propia sección de flor cortada en Puerto Lumbreras, donde la producción se encuentra al 20%, como ha contado su presidente Julián Díaz. "Ya estamos inmersos en la próxima campaña, realizamos la plantación en junio, julio y parte de agosto, pensando en el Día de Todos los Santos", ha dicho Díaz.

De igual forma, en también en Puerto Lumbreras, Barberet&Blanc, del grupo Dümmen Orange, uno de los principales obtentores de flor cortada y ornamental del país, que abastece casi de dos de cada tres Flores de Pascua de España, ya trabaja mirando a esta campaña de Navidad, para que la producción será casi equivalente a la de 2019, con unos 5 millones de esquejes.

"Se sigue trabajando sin tener recuperación de ingresos durante meses. Como en las heridas, se curan, pero queda la cicatriz", reflexionaba Antonio Sola, director general de Barberet&Blanc. En este sentido, señala que el sector de la planta se ha recuperado mejor que el de la flor tras acabar el confinamiento.

Mientras tanto, el Ministerio de Agricultura se encuentra ultimando las bases reguladoras del Real Decreto de ayudas al sector de la floricultura, que llegarán hasta 20.000 euros por titular en aquellas explotaciones que hayan tenido que destruir o arrancar su producción al no poder darle salida durante el estado de alarma.