'La vergüenza de la corona de la vergüenza'
Ya conocemos el último escándalo del Rey emérito, cuyo título empieza a resultar inapropiado
La Firma de Estanislao Ramírez: "La vergüenza de la corona de la vergüenza'
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Algeciras
Estimado colega.
Ya conocemos el último escándalo del Rey emérito, cuyo título empieza a resultar inapropiado.
Se dice que Juan Carlos de Borbón recibió unos noventa millones de euros del rey de Arabia Saudí, que se los llevó a Suiza sin declararlos a Hacienda y que regaló más de la mitad a una ex amante, conocida por todos.
Es el deterioro de la monarquía, esa institución medieval y anacrónica, cuya única justificación es que han sido elegidos por la gracia de dios, según afirman ellos.
Para nuestra vergüenza, ha sido la justicia de otro país la que lo ha desvelado, porque en España la constitución ha protegido al Jefe del Estado elegido por Franco, garantizando su inviolabilidad y su irresponsabilidad e impidiendo cualquier tipo de investigación.
Y para nuestra vergüenza, ha sido el diario conservador inglés "The Telegraph", el que lo ha contado, porque la transición forjó un pacto entre partidos políticos, medios de comunicación y otras organizaciones, para salvaguardar al rey, silenciando sospechas y ensalzando su campechanía.
Según otros dos medios extranjeros, la revista Forbes y el New York Times, tiene una fortuna de unos dos mil millones de euros, lo que resulta sorprendente con su exiguo sueldo oficial de 8 millones al año.
El secretismo al amparo de la opacidad es fácil, pero todo termina sabiéndose. Tal vez por ello, su hijo y actual rey, Felipe VI, dijo en marzo que renunciaba a la herencia de unas fundaciones un tanto oscuras, sin mencionar que lo sabía desde hacía algún tiempo.
Debió pensar que así se sacudía el polvo de un asunto turbio y pelillos a la mar, pero el pasado no se borra.
A lo que no renunció en su día y ya no lo puede hacer es a su faraónica luna de miel.
Ya se sabe que costó más de 400 mil euros, o sea lo que ganaría un español con el salario mínimo interprofesional después de trabajar más de 36 años ininterrumpidos.
Se fueron de viaje casi cinco meses por la India, China, México, California, Camboya, Tailandia, Samoa, Islas Fiyi y Jordania y hubo algún hotel que costó casi 6 mil euros al día.
Y todavía no han recurrido al lema familiar de "lo siento, nos hemos equivocado y no volverá a ocurrir".
Será que nos siguen considerando sus vasallos.