No nos confiemos

Córdoba

Llevo una semana y media en Barcelona, jugando un torneo y entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés. Vine con mi familia y el primer día que estuvimos paseando por Barcelona, a Raquel, mi mujer, y a mi, nos sorprendió muchísimo que poca gente usaba mascarilla por la calle y se iban cruzando unos con otros sin llevarla puesta.

Más allá del grave brote de Lleida, el domingo leí que Barcelona había subido exponencialmente el número de contagiados por Covid, y te das cuenta que todo tiene consecuencias. Creo que muchos llegaron a pensar que el problema ya estaba superado, pero o nos concienciamos todos, o este final va a estar muy lejano y podemos pasar un verano o un otoño muy duros. La mascarilla ya es obligatoria en muchos sitios aun cuando se guarde la distancia de seguridad. Parece que, al igual que ocurre con la seguridad vial, solo cumplimos cuando hay riesgo de que nos toquen el bolsillo con una multa.