A vueltas con la mascarilla

Valencia
A estas alturas de la pandemia, hay cosas que no se entienden. Cuando la mascarilla ya es obligatoria en casi toda España, ¿cómo es posible que el Consell haya estado dudando sobre si generalizar o no su uso? Al igual que sucedió con las Fallas, que acabaron suspendiéndose casi a regañadientes, de nuevo cuesta ver la evidencia. La evidencia de que hay que hacer algo si cada día tenemos la noticia de nuevos contagios y nuevos brotes.
La obligación de llevar mascarilla en todos los espacios es un mal menor, sobre todo si con ella se puede evitar algún contagio. ¿Hay temor a que no vengan los turistas por la obligación de la mascarilla? Asumamos ya que no van a venir muchos turistas este verano a la Comunitat Valenciana. Pero, desde luego, vendrán muchos menos si los rebrotes se multiplican y los contagios se descontrolan. Y por mucho que se apele a la repercusión económica de la medida, ¿qué mensaje de seguridad se transmite al exterior siendo la única región sin mascarilla obligatoria?
Por cierto, obligar a llevar mascarilla para relajar aforos tampoco tiene ningún sentido. Hay que pensar en la economía, pero tampoco es cuestión de dar la sensación de que se piensa más en la economía que en la salud.




