El VAR deja al Celta en Primera

Vigo

El Celta dejó su destino en manos del azar y la suerte estuvo de su parte. Ni afouteza, ni corazón, ni pasión. En el partido decisivo de la temporada, el equipo vigués fue un alma en pena por el campo y solo en el tramo final tuvo la actitud contra el Espanyol de un equipo que se estaba jugando la vida.

A los celestes le salvó que el Leganés no pasó del empate ante el Real Madrid, aunque en el tramo final ni el colegiado ni el VAR vieron una mano clara dentro del área de Jovic que hubiese supuesto un penalti a favor para el conjunto pepinero con 2-2 en el marcador. Con ese tanto de pena máxima hubieron mandado al Celta a Segunda.

Mientras, el Leganés se dejaba la piel en cada jugada, los jugadores celestes estaban bloqueados y corrían, algunos, como pollos sin cabeza sobre el césped. Óscar García apostó de forma sorprendente por Pione Sisto en el titular y el danés le puso ganas por lo menos. El entrenador era un manojo de nervios y no confiaba en casi ninguno de sus suplentes. Mientras, los titulares daban pena y no tiraron a puerta hasta el minuto 69. Solo en los diez minutos finales consiguieron crear algo de peligro, aunque con poco acierto en el remate.

Con solo 37 puntos, el Celta ha salvado 'in extremis' a la categoría por segundo año consecutivo. Otro verano de errores en los despachos puede hacer bueno el refrán de "a la tercera va la vencida". Puede ser el momento en que el director deportivo y el entrenador tengo poder real a la hora de confeccionar la plantilla y no debe temblar la mano a la hora de vender o poner en el mercado a jugadores que han demostrado un nivel bajo para sus supuestas cualidades.