'La encrucijada'

Algeciras

Las últimas noticias relacionadas con las supuestas actividades del rey emerito Juan Carlos I suponen, para una buena parte de los ciudadanos españoles, una vergüenza histórica dificil de soportar. En los momentos de crisis por los que atraviesa España no es facil digerir las informaciones que hablan de negocios millonarios, amantes despechadas, corruptelas y negocios, de momento supuestos, a la espera de que la Fiscalia se pronuncie de forma clara tras la investigación del asunto.

Son muchos los ciudadanos que se preguntan a que obedece el afan desmedido por el enriquecimiento en personas que, desde que nacen, se encuentran en una situación de privilegio en relación a las demás, debido a la pervivencia de instituciones más aceptables en los siglos de medievo que en la actualidad.

Supongo que ello se debe al afan de ser más ricos que queridos por los pueblos a los que teoricamente representan.

Si alguien que es el símbolo de la más alta magistratura del Estado Español recibe un regalo, del tipo que este sea, y teniendo en cuenta la situación de enorme carestía por la que atraviesan tantas familias españolas y lo desahogada que es la situción económica de quién recibe la prebenda, lo mas honroso hubiese sido, primero declararlo publicamente, y , acto seguido, donarlo a Cruz Roja, Caritas o cualquier asociación de las que velan por los ciudadanos más desfavorecidos, que son muchos. Claro que para ello harían falta grandes dosis de solidaridad, compromiso y, sobre todo, patriotismo.

Seguramente tendrían menos dinero en sus cuentas bancarias pero un enorme espacio de afecto y fidelidad en el corazón de todos los españoles.

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La encrucijada es dificil para la institución monárquica. Quizás, como en el caso de Ifigenia en Aulide, sólo el sacrificio – en este caso, la justicia - permitirá que soplen los vientos para que la flota pueda seguir navegando. O quizás no. El tiempo lo dirá.