Fútbol

La Arandina estuvo más cerca de la final que la Segoviana pero se queda sin premio (0-0)

Excelente primer tiempo de los Segovianos que impusieron su libro de estilo y fraguaron dos ocasiones de gol muy claras para marcar

Los ribereños crecieron mucho en la segunda parte pero su falta de precisión en el área rival le dejó sin premio

Fue una semifinal muy abierta / Burgos Deporte

Palencia

Acumular méritos no es garantía suficiente para lograr objetivos. Ter acerca, pero no los asegura. La Segoviana hizo más que la Arandina en la primera parte para merecerse la final de la Fase de ascenso a Segunda B y los ribereños acariciaron su objetivo en la segunda parte. Que el empate sin goles no le valiera a éstos, acabó por dictar sentencia.

Primera parte excelente de la Segoviana. Más por lo que hizo entre las dos áreas. Merodeó mucho la de la portería de Carmona pero fue más una sensación que un peligro real. Salvo en el minuto 5 en el que el meta de la Arandina ganó un mano a mano a Borrego que encaraba la portería para hacer el primer gol. Dani Arribas tuvo otra muy clara en el tramo final pero nuevamente Carmona estuvo excepcional.

La Arandina estuvo por detrás en juego pero no en ocasiones. A los cuatro minutos Rubo pudo hacer el primero con un lanzamiento muy amenazante al borde del área y muy al final Carlos Sagués tampoco estuvo lejos de perforar la portería del rival.

Si en el primer asalto el libro de estilo que se impuso fue el de la Segoviana, en la segunda parte se jugó a criterio de la Arandina. La Segoviana fue dando pasos atrás en la misma medida que los ribereños los fueron dando hacia adelante. Si fue por mérito o demérito de uno y otro equipo es algo discutible, pero que ocurrió, fue una realidad. El equipo de Álex Izquierdo fue haciéndose con el partido que empezó a jugarse ya en campo de su oponente. La Segoviana, que ataca mejor que defiende, no tuvo capacidad para adueñarse de la pelota y administrar el resultado 0-0 que la favorecía fue encomendarse a una ruleta rusa.

Los lamentos ribereños contrastaron al final del partido con la alegría segoviana. / Cadena SER

La Arandina acumuló suficientes ocasiones para ganar. Pero estuvo imprecisa en el remate. A veces al palo, cuando no al larguero o rozando ambos. Siempre cerca pero nunca donde debió llegar la pelota. El último cuarto de hora fue una pesadilla para una Segoviana desbordada. Y en los ribereños solo se escuchaba el lamento del fallo o la mala suerte, cada cual lo denomina de una manera. Yakolev al larguero, Beli al poste y Pesca, en el último suspiró, llegó a acariciar el poste.

Muy buena semifinal, en la que no fue injusto que la Segoviana obtuviera su clasificación para la final pero sí fue injusto que la Arandina se quedase apeada. Ambas cosas no eran incompatibles y el mejor coeficiente por la clasificación en la fase regular otorgó el premio a los segovianos.

 
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