Pegados o separados, lo importante es bailar
El Ballet Malandain de Biarritz es emblema de las buenas relaciones con nuestros vecinos al otro lado de los Pirineos. Pero, ¿cómo se ha adaptado al distanciamiento físico?
De eso y más hablamos con Carine Agirregomezcorta, su Directora de Proyectos, en nuestra sección de verano tranfronteriza, La Muga, con nuestro colaborador Jon Arozamena.
Cuando parece que aún estamos lejos de ver la luz al final del túnel pandémico, seguimos descubriendo nuevas formas en las que la obligada distancia social altera nuestras antiguas formas de ver y hacer las cosas. El baile como expresión artística tiene en el contacto físico una de sus más poderosas armas, así que la necesidad de adaptación parece inevitable. El Ballet Malandain, que recibe su nombre del apellido de su coreógrafo Thierry Malandain, ha estado estos meses plantéandose estas cuestiones.
LA MUGA - BALLET MALANDAIN
15:53
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“Por el momento, los artistas no tienen derecho a tocarse así que por el momento los ensayos son muy complicados. De momento Thierry Malandain no tiene una obra que se pueda representar sin tocarse”, ha señalado Carine Agirregomezcorta, Directora de Proyectos. Pero lo cierto es que ahora mismo todas las posibilidades están encima de la mesa: “Crear obras en las que los bailarines no se toquen es una opción, porque desde luego no queremos dejarles sin bailar en esta situación durante más tiempo.”
Mientras encuentran las soluciones más adecuadas para el futuro cercano, conviene recordar que, además de por su inigualable oferta artística, el Ballet Malandain siempre ha destacado también por su labor didáctica: “Acercar la danza a todos los públicos ha sido una voluntad de Thierry Malandain desde el inicio de la compañía en el año 1998. Y esta voluntad la hemos seguido desarrollando hasta hoy proponiendo talleres y programas de mediación a todos los públicos, para que la gente deje de considerar el ballet como un arte lejano”.
En esta línea también también se encuentra la razón de ser del marcado carácter transfronterizo con firma Malandain. “Además de difundir las obras de teatro, siempre hemos querido ir al encuentro de la población, de los diferentes públicos, y eso incluye a la gente de ambos lados de la muga”. Proyectos como Ballet T, creado en 2011 y que tiene el mérito de ser el primer Centro Coreográfico Transfronterizo de Europa, dan prueba de ello.