'La hora de Europa'

Algeciras

La aprobación en la pasada madrugada de un Plan de Recuperación por parte del Consejo Europeo, una de las instituciones claves de la Unión Europea, se puede calificar, sin exageraciones, como un momento histórico en la construcción europea.

A través del acuerdo, se movilizará un impresionante fondo de 750.000 millones de euros, de los cuales, casi 400.000 millones en forma de subvenciones y unos 356.000 millones, a través de créditos. Con todo, lo verdaderamente importante no son las cifras, sino el hecho de haber alcanzado un compromiso complejo que aúna visiones muy dispares, y acerca a Estados muy diferentes, gobernados por partidos políticos muy dispares.

Es un paso histórico que demuestra que, a pesar de las dificultades, Europa sigue viva y activa en el contexto de una crisis global exacerbada por la pandemia.

Lo cierto es que se había incluso pronosticado que un eventual fracaso de la cumbre podría significar una herida mortal para la Unión, fuertemente afectada por una respuesta errónea a la gran depresión de 2008 basada en la austeridad y el sacrificio de la ciudadanía.

A España le podrán corresponder unos 140.000 millones de euros en seis años, casi el 11 % de nuestro PIB.

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El desafío será ver si estos fondos permitirán, no solo sobrevivir a la crisis, sino ayudar a un cambio radical de nuestro sistema económico, adaptándolo adecuadamente a los desafíos que implican las nuevas tecnologías y la adaptación a un modelo equilibrado y respetuoso con el medio ambiente.

Difícilmente va tener España una ocasión como la actual para afrontar los cambios necesarios, modernizar nuestro sistema productivo, y con él el educativo y de innovación, al mismo tiempo que las instituciones públicas cubran las necesidades de los sectores más desfavorecidos.

En momentos extraordinariamente complejos, Europa ha estado a la altura. Esperemos que también España sepa estarlo en los próximos años.