Cruz de Alba: Vinos respetuosos y deliciosos

RIBERA DEL DUERO

En nuestro tiempo de un Balcón a la Ribera hoy tratamos de acercanos hasta una bodega que aunque se denomine Cruz, tiene cara… Cara de exquisitez, de cuidado y mimo por la uva. Y eso se ve desde que se abren sus puertas, y sus vinos. Hoy, conocemos Cruz de Alba, una bodega boutique nacida en plena Milla de Oro de la Ribera del Duero y que descubrimos con su enólogo Sergio Ávila. “La corta vida que tiene Cruz de Alba tiene que ver con la familia Zamora de Cartagena, de Licor 43, que quiso apostar y desarrollar un nuevo proyecto. Y poco a poco al igual que fue creciendo el viñedo fue creciendo la marca. Toda esta evolución ha estado ligado a una viticultura personal, tratando de hacer un vino rico y respetuoso con el medio ambiente”, cuenta.

Con el paso de los años, Cruz de Alba ha ido experimentando un crecimiento en volumen de producción, en sus instalaciones, pero también en su calidad. Y eso es gracias a esas magníficas técnicas naturales que se emplean a la hora de elaborar sus vinos. “El vino se hace en el campo, todos los enólogos tenemos la premisa de tener una materia prima de calidad, y buscando ese inicio y personalidad empezamos a introducir la Biodinámina como un peldaño más, y poco después subimos otro más con la Agromeopatía. Hemos seguido y mantenido los cánones de calidad”, asegura Ávila.

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Pero ante tanta naturaleza, respeto por la uva que brindan las cepas, ¿cómo son los vinos de Cruz de Alba? “El vino que más trabajamos es el crianza, y para hacer reserva Finca los Hoyales estamos hablando de viñedos de más de 30 años. Las fermentaciones son parecidas, pero nosotros solemos tener el vino bastante más tiempo en barrica de lo normal. Y tenemos cuatro vinos, crianza, reserva, Finca Hoyales, y el roble”, especifica.

Pero si tuviéramos que quedarnos con un vino en concreto, ¿cuál debería ser el elegido? ¿O con cuál se queda Sergio? “Por las fechas en la que estamos, y porque es un vino emblemático, destacaría el crianza que es con el que hemos aprendido y la bodega ha evolucionado”, sentencia.

En definitiva, hablamos de la Milla de Oro, de una bodega que en ella hace de la naturaleza vino. Que sigue los preceptos de la Biodinámica, que realiza unas creaciones excepcionales que recogen las cualidades del medio natural que le rodea. Que demuestra que los mejores momentos, son los que están por llegar.