El mural del 'confinamiento'

Aranda de Duero

Ya está. Ya es una realidad. Aunque muchos hayan contemplado su inicio y evolución, el último mural de Nano Lázaro es una realidad. Y ya van cinco. El artista ribereño ha finalizado este miércoles una nueva obra maestra, que sigue embelleciendo el ya artístico barrio de Santa Catalina. “No tenía nada que ver con el confinamiento, de hecho fue el primer mural que me pidió la asociación de comerciantes y yo siempre lo demoraba, pero después de cuatro anteriores ya tocaba y con todo lo del confinamiento, ha hecho que se vea de otra manera, e incluso he metido cosas relacionadas con él”, afirma Nano.

“Este mural no sabía el tiempo que me iba a llevar, pintar a gente real y que se pareciera me tenía un poco perdido, no he cuantificado los días y también es verdad que paré casi dos semanas por vacaciones, pero es una obra muy laboriosa”, reconoce Nano, que ha añadido personajes relevantes durante el confinamiento en su obra, así como el ‘Bar Fausto’, del que ya ha tenido que negar su existencia pasada, porque como reconoce “no todo tiene por qué ser real”.

La transformación de Santa Catalina es una realidad que también le ilusiona. Es un proyectazo porque con más que ilusión que dinero lo están dejando muy bonito, yo pensé que iba a hacer solo un mural y ya llevamos cinco , y es una labor sobre todo de Quintana y Loli, que son quienes más tiran del carro”, sentencia.

Nano, que durante estos meses también ha elaborado murales en otras localidades como Villalba de Duero o Castrillo, en Valladolid, seguirá imponiendo a buen seguro su arte donde le dejen. Porque ganas le sobran. Y arte, también.