Los pasajeros con más de 37'5 grados no pueden subir al AVE

Barcelona

Los viajeros que circulan en alta velocidad desde Sants y Atocha pasan desde hoy un control de temperatura. No pueden superar los 37 grados y medio y se les hace la prueba hasta 4 veces para asegurarse. Si tienen fiebre les impiden viajar sea cual sea el motivo. Es una medida de seguridad exclusiva para el AVE mientras que los trenes de cercanías o metros siguen, en algunos casos, masificados y sin ningún control.

Ya hace días que el Administrador de Infraestructuras (ADIF) instaló las cámaras que miden la temperatura corporal en los accesos de larga distancia de Barcelona y Madrid pero hoy han empezado a tomar la temperatura a los pasajeros. Se encargan los vigilantes de seguridad. Si un viajero supera los 37 grados y medio en un primer control, deberá pasar otro al cabo de diez minutos con un aparato manual y si éste sigue dando demasiada temperatura, volverá a circular por delante de las cámaras y si continúa superando los 37 grados y medio le harán una cuarta prueba. Si sale igual, no podrá entrar en la zona de embarque, ni subir al tren. No importa el motivo: una inflamación de muelas o un simple resfriado.

ADIF le entrega un justificante de control, que es un documento anónimo, sellado donde se hace constar que se deniega el acceso a la sala de embarque para evitar riesgos de propagación de la Covidien. Además, los vigilantes avisan al centro de seguridad y estos llaman al SEM o al 112, que se ocupará de verificar los síntomas del viajero.

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Si el pasajero  va con menores y alguno de ellos supera los 37 grados y medio de temperatura no podrán subir al tren ni los niños, ni los adultos. Con el justificante podrán pedir a RENFE que les devuelva el dinero, una medida ya prevista. No se prevé la instalación de estos sistemas en otras estaciones como Figueres, Girona, Lleida, Tarragona, Zaragoza, aunque tengan conexión con la alta velocidad.

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