La Policía Nacional alerta de la reaparición de viejos timos en Albacete
Albacete
Debido al estado de alarma decretado y la distancia social que impera en la sociedad, ciertas modalidades delictivas habían desparecido, volviendo a reaparecer con más fuerza que antes, hablamos del timo del “tocomocho” y el de la “estampita”, estafas cometidas por bandas organizadas itinerantes, y de las que se ha recibido información de nuevos hechos delictivos en las provincias limítrofes a Albacete.
Por este motivo se avisa a la sociedad, ya que su práctica es desplazarse por las zonas cercanas, eligiendo preferiblemente las capitales de provincia donde pueden pasar más desapercibidos y a personas mayores.
El timo del tocomocho se trata concretamente de una estafa donde una persona aborda a la víctima manifestando tener un billete de lotería premiado y que por alguna causa no puede cobrar. El estafador ofrece a la víctima venderle el boleto por menos dinero del que corresponde al premio.
Para dar mayor credibilidad al timo irrumpirá un segundo estafador (gancho) que suele afirmar la autenticidad del premio exhibiendo un listado de boletos premiados en un periódico o en una pantalla de Internet. Cuando la víctima compra el boleto premiado y va a cobrarlo a la ventanilla de la administración de lotería comprueba que el billete de lotería es falso.
En el timo de la estampita existe una persona que se hace pasar por una persona con problemas mentales quien lleva un sobre lleno de billetes a los cuales no da importancia porque cree que son estampitas. En ese momento entra en escena otro de los estafadores, (gancho), quien propone a la víctima hacerse con el dinero por medio del engaño. Entonces, la víctima ofrece al primero de ellos una pequeña cantidad de dinero por las estampas del sobre; éste acepta y entrega el sobre. Una vez se ha marchado, la víctima se da cuenta de que en el sobre no hay dinero, sino papeles sin valor.
Aunque alguna de esta modalidad parezca muy antigua o ya demasiado conocida, se sigue practicando y sigue apareciendo gente estafada, todas ellas personas de la tercera edad, las cuales aunque en un principio pretenden engañar al “otro” o ayudarle a cobrar un dinero en “B” de algún premio, finalmente son sus víctimas, ocasionándoles unas grandes pérdidas económicas, llegando incluso a haber recibido denuncias en esta Comisaría por un valor de 30.000 euros.
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