Potes, Bárcena Mayor, Carmona, Santillana del Mar, Liérganes y Mogrovejo, los 6 pueblos más bonitos

Los pueblos más bonitos de España es un colectivo que nace de la convicción y necesidad de poner en conocimiento de todo el mundo las singulares localidades que salpican la geografía española. Lugares de gran belleza que destilan historia y cultura a la par, villas donde la tradición envuelve al viajero, que al mezclarse con los lugareños, pasa a formar parte de este marco único aunque sea solo por unos instantes. Mogrovejo, en Camaleño, se ha convertido en la sexta localidad cántabra integrada en la lista de los Pueblos Más Bonitos de España, después de su proclamación oficial en un acto celebrado la semana pasada, en el que se ha descubierto el cartel que le acredita como miembro de esa lista a la que pertenecen 94 pueblos españoles.

Con Mogrovejo, son ya seis los pueblos cántabros incluidos en esa lista, en la que están también Santillana del Mar, Bárcena Mayor, Liérganes, Potes y Carmona. También en el corazón del valle de Liébana y rodeado de un espectacular paisaje, Portes es un punto de encuentro de ríos y culturas, de gentes e ilusiones. Una villa rica en historia cuyas primeras citas documentales aparecen en el siglo noveno. Paseando por sus calles podrán encontrar infinidad de muestras de su historia y de su cultura. No en vano, en 1983 la Villa fue declarada Conjunto Histórico-Artístico. Pero Potes no es sólo historia, su privilegiada situación en la confluencia de los 4 valles de la Comarca, la convierten en el punto neurálgico desde el que planificar una exhaustiva visita a toda Liébana.

El tercer pueblo en la lista de los más bonitos de Cantabria es Bárcena Mayor, un pueblo con poco más de 80 habitantes enclavado en el corazón del Parque Natural Saja Besaya. Su arquitectura popular convierte su visita en un viaje en el tiempo y en el espacio, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1979.

Sin abandonar la reserva del Saja, en el valle de Cabuérniga, paramos en Carmona, que posee una inmensa riqueza forestal y paisajística propia del paraje natural en el que se encuentra. Uno de los mayores atractivos lo constituye la panorámica que se puede observar desde la Collada, una de las “postales” con más encanto en toda Cantabria.

La quinta parada la hacemos en Santillana del Mar, una cita imprescindible para el turista que visita Cantabria. La famosa villa de las tres mentiras", porque ni es "santa", ni "llana", ni tiene "mar", es la capital de un municipio de 4.000 habitantes dedicados en su mayoría a la actividad agropecuaria y, sobre todo, al turismo.

Hablar de Santillana del Mar es hacerlo también de la Cueva de Altamira, pero ya en el siglo IX existía en la villa el Monasterio de Santa Juliana,  que daría paso a la prestigiosa colegiata de Santa Juliana en el siglo XII, el primero y más importante de los exponentes del arte románico en Cantabria. En torno a la colegiata y su bello claustro, de finales del XII-principios del XIII, se desarrolló un núcleo de población que vivió épocas de gran esplendor económico, como evidencia la riqueza de las numerosas casonas y palacios que conforman esta villa, como las torres de Merino y Don Borja, reconvertida ahora en Fundación

Siguiendo la ruta de los edificios señoriales nos subimos al tren y llegamos a Liérganes cuyo conjunto urbano concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca.

El núcleo urbano está asentado a los pies de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón, aunque nadie las llama así y si le preguntan por Las Tetas de Liérganes, se refieren a ellas.