Una empresa de Valladolid oferta cerraduras a prueba de ladrones
Se trata de cerraduras especiales que evitan métodos utilizados habitualmente por los intrusos como el ganzuado o el bumping
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Un operario procede a reparar una cerradura forzada / ICAL
Valladolid
Ante el incremento de robos en viviendas este año, tanto la Policía como la Guardia Civil han hecho un llamamiento a extremar la precaución ante las salidas vacacionales durante este mes de Agosto.
Uno de los consejos principales es no dejar señales visibles de que la vivienda está desocupada. No bajar totalmente las persianas y no dejar dinero ni objetos de valor. Tampoco hay que desconectar el timbre y sobre todo la cerradura de la puerta, para evitar visitas no deseadas. El ganzuado de la cerradura es una técnica muy habitual utilizada por los amigos de lo ajeno, para manipular el sistema de interno de una cerradura, hasta lograr abrirlo. De hecho esta técnica suele ser utilizada también por profesionales de la cerrajería en casi necesario. El método es relativamente sencillo y consiste en invertir una ganzúa y para liberar el cierre de cualquier cerrajería con mecanismos que lo permitan.
La mayoría de las cerraduras que se encuentran en el mercado, permiten la técnica del ganzuado por la forma de sus cilindros. Con estos cilindros es posible, introducir una pinza o cualquier instrumento para llegar hasta los pintones internos y lograr la alineación para abrir la cerradura.
Las cerraduras que usan llaves de serreta son las principales que ceden ante un hábil instrumento, aunque cada cerradura tiene un método de apertura asociado, hay otras en la que usar una llave Bumping es mucho más fácil. Todo depende de la habilidad de quien realice la técnica.
La empresa vallisoletana “Cerrajeros Sandoval” https://cerrajerossandoval.es/ https://cerrajerossandoval.es/movil/ , ha ideado una cerradura muy específica que evita ser violentado con ganzuado o Bumping. Según su responsable Antonio Sandoval se trata de cerraduras “especialmente diseñadas y fabricadas para evitar ser manipuladas incluso utilizando un taladro, y cuyo precio se sitúa en los 150 euros”. Sandoval asegura que merece la pena esta pequeña inversión “y cambiar la vieja cerradura por una de estas características con la garantía de estar protegido”.
