Un cordobés en Houston: "El concepto de libertad individual hace muy difícil la prevención de contagios aquí"
El consultor político Alejandro Ibañez habla de "falta de estrategia nacional" en Estados Unidos
Córdoba
Alejandro Ibañez, cordobés de 30 años, hizo sus maletas hace ahora dos años para cruzar el Atlántico en busca de nuevas oportunidades profesionales y mejores condiciones laborales de las que tenía en España. Su destino: Houston (Texas), hoy uno de los epicentros mundiales de la pandemia desatada por el coronavirus SARS-CoV-2. Es un nuevo obstáculo en su sueño americano, que avanza, "tiene algunos matices de pesadilla".
Con 7 horas de diferencia, establecemos una conexión Córdoba-Houston. En el estado en que se encuentra esta macro-urbe se han registrado 453.000 casos positivos confirmados de coronavirus; y la última cifra de fallecidos disponible ya alcanza las 7.515 personas. La infraestructura hospitalaria más grande del mundo, el Texas Medical Center, está al 104% de su capacidad en UCI.
Ibañez explica que "cuando todo empezó, aquí no se impuso ninguna restricción, los bares y restaurantes estaban abiertos, al igual que los parques de atracciones o el comercio, cada uno hacía lo que quería". Solo cuando el número de positivos se disparó, "se estableció un cierre provisional de bares y restaurantes, que ya han vuelto a abrir justo en el pico de contagios. Y tan solo hace unas semanas el gobernador de Texas, Greg Abbot, decretó el uso obligatorio de mascarilla solo en espacios cerrados".
Aquí se encuentra la clave, explica el cordobés, "porque en Estados Unidos esto se ha convertido en un problema político y de competencias". Así, detalla como en Texas hay pocas limitaciones, en Florida no se ha establecido ninguna y Nueva York lidera las tablas en cuanto a realización de pruebas PCR. "La Constitución da mucho poder a los estados y, además, falta una estrategia nacional para luchar contra el virus por parte de la administración Trump".
No obstante, en situaciones críticas, "miramos más hacia nuestras raíces". Ibañez y su mujer han seguido de cerca toda la información que llegaba desde Europa. Por ello, "desde que se decretó el Estado de Alarma en España nos autoconfinamos, pedimos teletrabajar y dejamos de hacer planes con amigos". Y así hasta hoy, lamenta, porque la situación en Houston no ha hecho más que empeorar en las últimas semanas.
PATRIOTISMO PERSONAL
"No podemos analizar la situación en EE.UU. con el prisma español", alerta Ibañez. A una enorme polarización de la sociedad se suman las diferencias de gestión y opinión entre miembros de un mismo partido. "Aquí el concepto de libertad individual está muy arraigado e interiorizado, e incluso desde la presidencia nacional se ha hecho calar el mensaje de que llevar mascarilla es un símbolo de debilidad".
Por ello, Alejandro habla de "frustración", porque, según relata, la actitud de alguno de sus vecinos es "muy hóstil cuando les pides que se protejan y, al mismo tiempo, te protejan a ti". La pandemia ha inaugurado un nuevo ring político entre Demócratas y Republicanos e incluso dentro de las filas de ambos partidos. No obstante, lo que más preocupa a Alejandro es que "esos extremos se han trasladado a la calle".
Habla desde el conocimiento: Alejandro Ibañez es formador internacional en Debate y consultor político. Cuando todavía estaba en España, entrenó a congresistas y candidatos; y actualmente lucha por sacar adelante su propia empresa de consultoría, además de ser miembro del Think Tank Baker Institute de la Rice University.
Pese al contexto general que describe, se muestra sorprendido por el gran acuerdo nacional que se ha logrado en EE.UU. para movilizar capital público para los ciudadanos. "Las ayudas públicas no son algo en que el gobierno federal suela entrar".
Republicanos y Demócratas acordaron un subsidio de 600 dólares semanales para personas que han perdido su empleo a causa del coronavirus. A esto se añade un cheque de 1.200 dólares otorgado a personas con una renta inferior a los 75.000 $ al año. No obstante, los medios estadounidenses alertan de "grandes retrasos" en la concesión de estas ayudas.
EN PUNTO MUERTO:
La pandemia ha cortado las alas a muchas de las expectativas con las que Ibañez se subió a un avión sin fecha de vuelta. "Tenía un proyecto bastante importante para formar en debate a estudiantes de secundaria en un instituto que ahora se ha anulado por completo". Algo que puede resultar llamativo para los españoles, remarca, "es que aquí la crisis del coronavirus está suponiendo severas dificultades para que algunos centros educativos privados continuen abiertos".
Ahora la lucha está en abrirse camino como consultor político de forma online. "La reconversión no me está resultando difícil, pero la situación es tan cambiante que tengo algo de incertidumbre". Eso sí, entona el optimismo porque "abandonar la formación presencial me deja más tiempo para atender alumnos de cualquier sitio del mundo".
Y es que este licenciado en Ciencias Empresariales mira al concepto de sueño americano con recelo. "Tiene más matices de los que muchos piensan", asegura antes de describir una auténtica "batalla burocrática para conseguir un permiso de trabajo o tener un empleo". Ahora sus esfuerzos se concentran en su consultora, pero recuerda que "aquí, con una carrera y dos másters empecé trabajando en restaurantes, he estado de repartidor o en una tienda".
Es el choque que de realidad que puede encontrarse el talento exiliado de las condiciones laborales en España. Con todo, Ibañez pone de relieve que esta situación le ha permitido valorar las cosas pequeñas: "mi familia está bien, salgo un par de horas a la calle a pasear con mi perra y tanto mi mujer como yo hemos podido seguir teletrabajando aunque sea con menores expectativas".
Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...