Ven al 'tranquitenso' turolense
No hay palabras para definir lo que siente quien viene a esta provincia. Ha habido que inventarlas
Teruel
Bajo Martín, Bajo Aragón, Matarraña, Andorra-Sierra de Arcos, Cuencas Mineras, Maestrazgo, Jiloca, Teruel, Albarracín, y Gúdar-Javalambre son las diez comarcas de la provincia de Teruel. Todas tienen su identidad, y por ellas se reparten el mayor número de pueblos que en algún momento hay que conocer. Siente Teruel.
Albarracín, Valderrobres, Calaceite, Mirambel, Cantavieja, Puertomingalvo y Rubielos de Mora, hacen de Teruel la provincia española con más municipios reconocidos por la Asociación Los Pueblos más bonitos de España.
El tiempo se paró en este territorio que pisaron íberos, romanos, mudéjares, órdenes militares... y por el que hasta campeó el desterrado Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, en su camino hacia Valencia.
De las hazañas épicas que aquí vivieron, se conservan villas amuralladas, torres defensivas, masías fortificadas y castillos de película como los de Peracense o Mora de Rubielos, que dominan y vigilan valles de cuento.
En ellos el visitante sigue encontrando aventuras y tensión. O ¿qué es lo que creen que se siente al descender dos kilómetros, a 100 metros de altura y en dos minutos? Pura adrenalina que se descarga sobrevolando el pueblo de Fuentespalda .
Los espíritus inquietos encuentran otros paraísos para la aventura en Beceite. Manteniendo el equilibro en circuitos entre los árboles de Albarracín Aventura, bajando a pozos en municipios mineros como Utrillas y escuchando en Dinópolis con sus siete sedes el latido de la vida y el rugido de gigantescas criaturas.
Conocer esta provincia es descubrir tesoros en aguas cristalinas. Es dejarse arropar por mantos de estrellas y encontrar el origen de sabores auténticos que regala la tierra. Es sentir sensaciones difíciles de explicar y que sólo aquí se entienden.
