The Garage: "Ya no hay forma de poder seguir trabajando"
La versión del gerente de la discoteca The Garage se contrapone a la versión hecha pública por la Ertzaintza: "iban a multar".
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Pablo Pau, de The Garage, cuenta su versión de lo sucedido la madrugada del jueves
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Vitoria
23 jóvenes fueron propuestos para sanción la noche del jueves en la discoteca The Garage de Vitoria después de que varias patrullas de la Ertzaintza les identificaran por "encontrarse bailando sin mascarilla." Sin embargo, la versión del hostelero gerente del local se contrapone con la versión pública de los hechos.
Los hechos ocurrieron a la 1:18, cuando una patrulla se personó en el local. Quedaban entonces diez minutos para el cierre y en el local estaba sonando la última canción de la noche. Según relata Pablo Pau, cuatro agentes de la Ertzaintza se pusieron en fila y procedieron a hacer salir y multar a todos los jóvenes que se encontraban en ese momento en el local. Fuera aguardaban tres furgones de la Ertzaintza según explica el hostelero, "más de 20 ertzainas para 23 clientes" cantidad que califica como desproporcionada.
Según fuentes de la Ertzaintza, los jóvenes se encontraban "bailando sin mascarilla" pero para el gerente del local lo que estaba ocurriendo era sustancialmente distinto: argumenta que solo estaban de pie cuatro personas esperando a que les sirvieran en la barra del bar. El resto de jóvenes permanecían sentados (en las discotecas no están permitidas las pistas de baile por lo que este local habilitó mesas y sillas en la pista). Mientras consumían, los jóvenes se encontraban sin mascarilla "como en cualquier otro bar" explica, pero la Ertzaintza argumentó que los vasos de alcohol ya estaban vacíos y procedió a multarles. Una sanciones que superan los 100 euros cada una.
Pablo Pau explica a la SER que recurrirá estas propuestas de sanción, que irá a juicio si estas siguen adelante y expone la vulnerabilidad a la que se enfrentan los locales de ocio nocturno de la ciudad: "de momento vamos a cerrar, ahora es riesgo para nosotros y los que vienen (...) estás sentado, se te acaba la consumición y te pueden multar". Critica Pablo Pau, además de denunciar públicamente la criminalización del sector: "ya no es rentable" concluye.
