Jasone García, cooperante navarra en Beirut, tras la explosión: "He pasado mil veces con mis hijos por ahí..."
Es la segunda vez que Jasone García, que tiene su residencia habitual en Beirut pero estaba en Pamplona de causalidad durante la explosión, se salva de milagro de una tragedia: también vivía en Haití durante el terremoto, y se libró de él por una causalidad
Entrevista Jasone García (09/08/2020)
13:27
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Pamplona
La gran explosión en el puerto de Beirut en el Líbano, en una zona en la que se guardaban materiales explosivos, ha generado una catástrofe histórica a nivel humanitario, económico y social en un país que ya de por sí tiene una situación muy delicada. La navarra Jasone García es cooperante de Cruz Roja, vive en Beirut con su familia y la fortuna ha querido que estuviera en Navarra de vacaciones durante la explosión. Así, no ha tenido que vivir en primera persona esa tragedia.
"Estoy con el alma encogida, muy impresionada por las repercusiones que tiene esto. He pasado tantas veces con mis hijos por esa carretera...", recuerda Jasone. Explica que, en los años previos a la pandemia, llevaba a sus hijos, de ocho y nueve años, a Pamplona a San Fermín, y ellos se quedaban en la Comunidad foral todo el verano, mientras ella se volvía a Beirut a trabajar unas semanas más. Su plan este año, un poco alterado por la pandemia, era volver de Beirut la primera semana de agosto, el día 2, pero, por los acontecimientos del coronavirus, tuvieron que volverse a Pamplona cuando pudieron, el 9 de julio. " Es la primera vez en mi vida que no estoy el 6 de julio en Pamplona después de tantos años de cooperante", se ríe.
"Todo mi vecindario está muy afectado. Vivo en un séptimo. El sexto y el octavo están reventados y el mío no, porque tenía las ventanas abiertas. Es la segunda vez que tengo suerte: antes vivía en Haití y también me libré del terremoto", comenta Jasone. Dice que su gente allí está bien, que tiene mucha gente herida, pero que están todos relativamente bien.
"Beirut es una ciudad en la que llevamos mucho tiempo trabajando, en la que hay una crisis terrible desde hace muchos años y es la primera vez que semejante emergencia pilla en el país a más de doscientos delegados internacionales", explica. Jasone comenta que el 90% de los delegados que están allí ha perdido la casa. La onda expansiva fue tan brutal que hubo mucha gente afectada. "Esas 165 víctimas tienen nombre y apellidos y son compañeros del colegio de mis hijos o profesores o madres de los amigos de mis hijos...", se lamenta. Jasone dice que han hecho un listado de las personas que conoce, para ir apuntado quién está vivo y quién está muerto. No es la primera vez que tiene que hacerlo: en Haití vivió algo similar.
"Te llegan las imágenes del cole de tus hijos y piensas que esto podría haber sido un día lectivo entre semana... Todavía estoy asimilándolo", suspira. Lo que está haciendo en estos momentos es ver por dónde ayudar desde Navarra: "Soy mamá de dos niños y aunque mi alma me pide correr para estar allí en mitad de ese caos y de esa pesadilla, de momento no puedo. Yo no puedo llevar a mis hijos a la ciudad en la que han aprendido a andar y que vean ese horror. No es justo para ellos. Me gustaría ir, claro, pero no puedo llevar a dos niños de ocho y nueve años a una ciudad traumatizada".
Jasone explica que volverá en algún momento, cuando pase todo el aturdimiento. Por ahora, pide que la gente ayude a la Cruz Roja y a cualquier asociación, porque "cualquier ayuda es poca".