A la búsqueda del deporte sin fronteras

Cuando uno piensa en deporte transfronterizo vienen a la cabeza ejemplos como la famosa Donibane. Hay, claro está, muchos más ejemplos. Pero seguimos sin estar seguros de cuáles son y que efecto han tenido en la vida transfronteriza. Porque aún hoy, sigue faltando un análisis científico y exhaustivo que nos de una foto general de la situación actual.

Pero eso va a cambiar con el Proyecto TranSPORT(S), que reúne a 28 investigadores en tres equipos transfronterizos y que se acaba de poner en marcha. Uno de sus principales responsables, el investigador y profesor de la Universidad de Burdeos, Yannick Hernandez, estuvo en nuestra sección La Muga para contarnos todo al respecto.

Hay varios objetivos que persigue este proyecto, pero sin duda uno de los principales es el de entender si el deporte transfronterizo goza o no de buena salud. Para empezar, como indica Yannick, hay que tener claro que hablamos de deporte en un sentido amplio: “Hablamos de deporte en sí, pero también de ocio, de turismo activo, … Pero incluso esa gente que cruza la frontera para practicar senderismo o surf pueden ser incluidos dentro del concepto de deporte transfronterizo, … ¿por qué no? Al fin y al cabo, cuando cruzamos la frontera, ya estamos siendo transfronterizos”.

Este concepto además puede ir más allá de meras iniciativas o eventos. Podríamos hablar también de espacios físicos: “FICOBA es un buen ejemplo. Aunque esté más enfocado a congresos y eventos del estilo, podría ser un pabellón deportivo o un gimnasio que permite a personas de ambas fronteras el disfrutar de determinadas actividades. Además, Hernandez también imagina otras posibles formas de organizar ese deporte de frontera: “Podría ir incluso más allá de un espacio físico, y se podría desarrollar por ejemplo una tarjeta que permitiese a las personas dentro de la Euroregión disfrutar de los espacios de deporte al otro lado de la frontera”.

En 2020, la Euroregión abarca más espacio y a más personas que hace unos años. Ello se debe a la incorporación de Navarra a la institución así como a la reestructuración territorial en Francia, que ha convertido la antigua región conocida como Aquitania, de 3 millones de habitantes, en Nueva Aquitania, que alcanza los 6. Habrá que esperar al final del proyecto para sacar conclusiones pero como comentaba Yannick, “por lo que hemos podido saber por la última convocatoria de proyectos “Ciudadanía Euroregional”, sí parece que en el ámbito deportivo habría habido mayor dificultad para conseguir socios de los tres territorios”.

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Una de las barreras que habitualmente no achacamos al deporte es la idiomática. Solemos pensar que el deporte es un idioma universal, pero Yannick también se plantea dudas al respecto: “Nosotros vamos a intentar verlo desde un punto de vista transfronterizo. ¿Realmente el deporte ayuda a romper esa barrera idiomática? Hay que recordar que un Eurobarómetro sobre la actividad transfronteriza indicaba que uno de los mayores obstáculos en ocio o turismo fronterizos es el idioma. Además en nuestro caso está el euskera, y también analizaremos que rol juega realmente”.

Como se ve, hay muchas preguntas por responder, y ahí radica precisamente el interés de este proyecto. Desde el punto de vista transfronterizo, descubriremos cosas positivas y otras negativas. Aunque para Hernandez sí hay razones para el optimismo: “En una revisión que hicimos se vio que donde más desarrollado está lo transfronterizo es de entrada en Europa, dentro de Europa destacaba la frontera francoespañola y dentro de la francoespañola nuestra Euroregión”.

Para poder alimentar la base de datos con la que podrán hacer este gran análisis están a la búsqueda de testimonios, y por eso animan a toda aquella persona que pueda aportar su visión o experiencia con cualquier tipo de evento o actividad de deporte transfrontrizo, ya sea formal o informal, organizada o espontánea.

Para ponerse en contacto, está disponible la  web del proyecto y el emailtransports@msha.fr.