Sociedad
Guardia Civil

Desarticulados 12 puntos de venta de droga en la Marina Alta en una operación con 7 detenidos

Alicante

Agentes de la Guardia Civil han desarticulado 12 puntos de venta de droga en la comarca alicantina de la Marina Alta, en una operación que se ha saldado con siete detenidos, la intervención de casi un kilo de cocaína de gran pureza, un centenar de plantas de marihuana, 1,75 kilos de cogollos de marihuana y 14.800 euros en efectivo. Un piso de Calp era el centro neurálgico de la red, cuyo supuesto distribuidor ya había cumplido condena por tráfico de drogas y asesinato en 1998.

Según ha informado el instituto armado en un comunicado, las detenciones de los siete supuestos implicados se han llevado a cabo en Calp y se les atribuye un delito contra la salud pública y otro de delito de pertenencia a organización criminal. Uno de los arrestados, una mujer que residía en el "piso franco" desde donde se realizaba la distribución de la droga, ya ha ingresado en prisión provisional.

Los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Calp iniciaron la operación el pasado mayo, tras tener conocimiento de la existencia de un domicilio de la localidad, en el que se podría estar distribuyendo algún tipo de sustancia estupefaciente, debido al "alarmante trasiego" de personas, ajenas al edificio, a pesar del estado de alarma en esas fechas.

Los agentes confirmaron los hechos y averiguaron la identidad del supuesto traficante y la de la persona que estaría suministrándole la droga a este primer identificado y también a otros once narcotraficantes más de diversos municipios de la provincia como Altea, Moraira y Benidorm, además de a Calp, y a tres narcotraficantes de Madrid.

Este distribuidor de cocaína a gran escala ya habría cumplido condena en el año 1998 por los delitos de tráfico de drogas y asesinato. En aquella ocasión los agentes le intervinieron 23 kilos de cocaína y fue acusado de ser el cerebro de una red internacional de narcotraficantes de cocaína, conectada con varios cárteles colombianos.

Estas circunstancias pasadas le habrían servido como experiencia para, en esta nueva etapa, guardar numerosas medidas de seguridad y efectuar continuas contravigilancias a la hora de comercializar con la droga y de tratar con los diferentes proveedores y traficantes finales, con lo que se dificultaba "considerablemente" la labor de investigación de los agentes.

El supuesto cabecilla contaba en la actualidad con una red de clientes "muy extensa", y era considerado el "centro neurálgico" de abastecimiento de cocaína de varios narcotraficantes, asentados en distintos municipios de la provincia de Alicante y de Madrid, llegando a tener en su haber y a manejar decenas de kilos de cocaína, para poder atender la demanda de compradores durante los más de cinco años que, según se desprende de la investigación, podría haber estado traficando con esta sustancia.

Distinto 'modus operandi'

Durante el desarrollo de esta operación, los investigadores observaron que seguía un 'modus operandi' diferente al llevado en la detención de 1998, pues ahora supuestamente delegaba las funciones de preparación, dispensación y adulteración de la droga, así como el trato con el cliente y el cobro, en una tercera persona, una empleada, colombiana de 67 años, con antecedentes por un delito de blanqueo de capitales, a quien le habría estado pagando un sueldo de 1.500 euros mensuales más alojamiento, por la realización de estas tareas.

El supuesto cabecilla, por lo tanto, únicamente se encargaba de viajar a Madrid para negociar y adquirir grandes cantidades de cocaína. Parte de esa droga era distribuida a gente de su confianza en la capital del país y la otra era entregada a esta empleada, para que la trasladara hasta un "piso franco" en Calp, lugar donde ella residía y desde donde supuestamente se encargaba de almacenar, dosificar y distribuir la cocaína, a su vez, a los numerosos traficantes de menor escala de poblaciones limítrofes.

Los agentes intervinieron a la empleada más de medio kilo de cocaína de gran pureza en el momento del registro del piso. esta droga, tras ser vendida a los narcotraficantes finales y, tras ser adulterada para poder sacarle mayor rentabilidad y mayor margen de beneficio, habría alcanzado en el mercado el valor de 120.000 euros.

Traficantes finales

Estos traficantes finales presuntamente vendían las dosis de cocaína al menudeo desde sus propios domicilio o, incluso, desplazándose para ir al encuentro del cliente en la vía pública.

Uno de los detenidos presuntamente traficaba con la cocaína a través del bar de copas que él mismo regentaba, lo que había creado una "considerable alarma social" entre los vecinos de la localidad, debido a su proximidad con una zona de gran afluencia turística.

En este operativo se han realizado cinco entradas y registros (cuatro de ellos en domicilios y el otro en el bar de copas, todos ellos en Calp), en los que participaron agentes de la Guardia Civil de dicha localidad, de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) y del Servicio Cinológico, ambos de la Comandancia de Alicante.

Como resultado, se ha detenido a un total de siete personas, seis hombres de nacionalidad española de entre 45 y 60 años y a una colombiana, de 67, quien ya ha ingresado en prisión provisional. El resto de detenidos ha quedado en libertad provisional con cargos, a la espera de juicio.

Aunque la fase de investigación se da por cerrada, no se descartan nuevas detenciones, dada las numerosas ramificaciones y la complejidad del entramado.

 
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