"La dotación, mayoritariamente gaditana, se hace querer en todos los lugares que visitamos"

Cádiz

El buque escuela Juan Sebastián de Elcano zarpará mañana, a las 8:00, desde La Carraca, en San Fernando, para iniciar el 93 crucero de instrucción de su historia. Será, sin duda, una travesía muy especial, en la que darán la vuelta al mundo para emular una de las mayores gestas marítimas conocidas, la que realizaron Magallanes y Elcano hace 500 años.

Y será especial porque navegarán por un mundo que permanece en vilo por culpa del coronavirus. Una travesía repleta de incertidumbre, medidas sanitarias y restricciones para evitar positivos por covid-19 entre su tripulación.

El bergantín-goleta no saldrá desde el muelle de Cádiz, como es habitual, ovacionado mientras desaparece por la bocana. Lo hará desde San Fernando y sin guardiamarinas, que se incorporarán a la expedición en Guayaquil (Ecuador), entre el 5 y el 10 de diciembre para arrancar su formación. El programa docente concluirá el 13 de julio de 2021, cuando el buque, si ninguna causa de fuerza mayor lo impide, regresará a Cádiz.

La situación actual, marcada por los efectos de la pandemia, ha obligado además a que los 180 miembros de la dotación que partirán desde La Isla hayan pasado una cuarentena que inició el 12 de agosto, y se someterán a dos PCR antes de salir en demanda de Montevideo (Uruguay).

El capitán de navío Santiago de Colsa Trueba, comandante del J.S. de Elcano, ha explicado en Radio Cádiz que han cambiado el itinerario, "descartando recalar en Santa Cruz de Tenerife como estaba inicialmente previsto, para minimizar el riesgo de contagio durante el tránsito en el océano Atlántico".

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Desde el momento en que zarpen, la Armada "irá estudiando constantemente la evolución de la pandemia y, con rigor y sentido común, irán tomando las decisiones oportunas", señala el oficial.

Se han aplicado protocolos similares a los que se han implantado en otros buques de la Armada para reducir al mínimo el riesgo de contagio. Así, restringirán "el movimiento de la dotación en los puertos visitados y el acceso a bordo de personal ajeno al buque".

Además, se ha reforzado el equipo sanitario a bordo "y permanentemente llevaremos un equipo quirúrgico formado por un anestesista, un cirujano, un médico generalista y un ATS para estar en condiciones de evitar cualquier contagio".

Con todo, De Colsa afirma que la dotación se encuentra "muy concienciada y comprometida con el cumplimiento del deber".

De nuevo tratarán de cruzar el océano Atlántico íntegramente a vela. El comandante explica que una de las partes más exigentes del crucero es "atravesar la zona de convergencia intertropical -donde convergen los vientos alisios del hemisferio norte con los del hemisferio sur-, que se caracteriza por grandes encalmadas y aparición de chubascos intensos. Los guardiamarinas tendrán que estudiar cuáles son las mejores derrotas para poder atravesarla".

Santiago de Colsa Trueba afronta uno de los hitos más importantes de su carrera en la Armada. Una cita que afronta "con enorme responsabilidad, porque este es uno de los buques más emblemáticos de la Armada y, además, es el buque de formación de los guardiamarinas, con lo que no tenemos margen de error. Hemos de trasladarles los valores éticos, como el honor, la lealtad, la disciplina, el compañerismo o el trabajo en equipo".

De Colsa ha subrayado la "estrecha vinculación" que tiene la embarcación con Cádiz, el lugar donde fue construido. De hecho, el marino ha destacado lo que aportan los gaditanos que prestan servicio a bordo del bergantín goleta:

"La dotación, mayoritariamente gaditana, imprime carácter al buque, hace que sea alegre, acogedor, y ese es el mensaje que llevamos por el mundo. La dotación, mayoritariamente gaditana, se hace querer en todos los lugares que visitamos".