Pacheta: "Me marcho, pero mi corazón se queda en Elche"

Elche

Pacheta se ha despedido del Elche C.F. como un auténtico caballero y con tres temporadas que serán recordadas siempre por una afición franjiverde que le adora. Un ascenso a Segunda y otro a Primera.

El entrenador de Salas de los Infantes ha dejado patente una vez más su calidad humana y deportiva. Ni una mala palabra, ni un reproche para nadie en su "hasta luego". Porque no es un adiós. El gran Pacheta volverá antes o después a la entidad franjiverde y ojalá sea para dirigir al Elche en la máxima categoría.

Nadie más que él merecía ese premio, pero el Club ya no es de los ilicitanos. El propietario es el argentino Christian Bragarnik, un empresario que deja a un lado los sentimientos y que sólo piensa en rentabilizar al máximo su inversión. Por eso decide apostar por un técnico argentino, Jorge Almirón, que es el que más opciones tiene de asumir el colosal desafío de hacer olvidar a Pacheta.

"El sueño de entrenar al Elche en Primera se ha desvanecido, pero me quedo con el enorme cariño que me ha dado la afición. Tengo la satisfacción de haberles correspondido con éxitos deportivos", explicaba un Pacheta que daba las gracias a todos, en especial "a los jugadores. Sin vosotros esto no habría sido posible. No me cansaré nunca de elogiar a esta plantilla".

Pacheta anunció que subastará su polo de la suerte, el de las palmeras en honor a la ciudad de Elche. Una prenda confeccionada por la empresa ilicitana Polo Club que se subastará. Lo que se recaude se destinará al Elche C.F. Genuine. El técnico acabó su intervención deseando que "nuestro Elche consiga todos sus objetivos. Yo me marcho, pero mi corazón se queda en Elche. ¡Mucho Elche!"