Rafa Miquel: "Nos mandaron al infierno sin pasar por el purgatorio"
El propietario de uno de los asadores más prestigiosos de Aranda, cuenta su vivencia personal de las últimas semanas y repasa los primeros efectos tras el levantamiento de las restricciones

Rafa Mikel, propietario del asador Casa Florencio / Cadena SER

Aranda de Duero
Habla con el corazón por delante y pensando en el futuro mirando al pasado. Rafa Miquel, propietario de uno de los más prestigiosos asadores de Aranda -Casa Florencio- ha pasado por los micrófonos de la SER para valorar la situación de la reapertura tras un segundo confinamiento que ha afectado -y mucho- a los negocios locales. "Abres con ilusión, pero esta curva es más lenta. Los primeros datos son de dos semanas y las sensaciones son bastante malas. Respecto a los números de finales del mes de junio y el mes de julio, el mercado se veía con alegría. Pero recuperar los mercados exteriores, Madrid y País Vasco, es complicado. Viene poca gente y le tienes que agradecer la confianza que te dan", cuenta.
No han sido días fáciles. Tampoco en el pasado. "El día 7 vi llorar a gente de mi equipo. Gente que lleva conmigo más de 30 años. Nos estábamos recuperando y nos llegó un hachazo. Tiraremos de lo que haga falta pero esto es muy duro", revela Miquel, que no entiende "por qué no cerraron absolutamente Aranda y solo nos cerraron por fuera", porque fue una medida "que no fue efectiva".
El sentimiento actual para el reconocido hostelero es que "la Junta no va a reconocer que se equivocó... Está el ejemplo en que copiaron lo aplicado en Íscar y Pedrajas, cuando no somos iguales. Huele a falta de valentía en la toma de deciciones, si reconocieron que incurrieron en errores nos tendrían que ayudar, pero no lo van a hacer, ni saben el daño que han hecho a Aranda y la Ribera", asegura.
Algo que lamentan empresarios y hosteleros es que la Junta no aplicara medidas anteriores al confinamiento, medidas que, pese a haber transmisión comunitaria, sí se han aplicado en Valladolid y Salamanca. Y el camino de la reconstrucción está en marcha, aunque sea pedregoso y complicado. "No vamos bien en ningún sentido, y no sé si vamos a salir. La situación ha tocado a las familias, y esas son menos estables que las empresas. Para salir de esto, tocará echar de mano de patrimonio. Esa gente que está mal sabe que el fondo no pasa nada, porque vamos a responder por ellos, pero el nivel de injusticia también lo palpan", sentencia, recordando que "lo primero es la salud y eso es lo que sentimos, y asumimos el confinamiento pero si es eficaz y nos encierran, no con medidas ineficaces".
Rafa Miquel se rebela ante quienes incurren en la bajeza de decir que el tejido empresarial ribereño defiende más la economía que la sanidad: "es falso, porque siempre que hablamos decimos que lo más importante es la salud, pero si se tiene que hacer un confinamiento, con todas las consecuencias y que se haga bien, no como lo que se hizo en Aranda".
La charla al completo puede reproducirse en el siguiente audio.
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Rafael Miquel, de Casa Florencia




