Música

La escuela de música se blinda contra el Covid

El 13 de octubre comienza un nuevo curso con un protocolo y mamparas de metacrilato para minimizar el riesgo de contagio

Imagen de archivo de una audición de canto en 2019 / Cadena SER

Aranda de Duero

La Escuela de Música y Danza ‘Antonio Baciero’ se prepara estos días para un comienzo de curso completamente atípico. Este centro municipal, que desde mediados de marzo continuó sus actividades de forma telemática, está dispuesto a reanudar las clases presenciales en el mes de octubre, pero cumpliendo con un estricto protocolo de prevención frente al Covid-19 que deberán tener en cuenta los alumnos.

Además de las cuestiones generales, que afectan a todo tipo de actividades educativas, como es no acudir a clase con síntomas catarrales o fiebre, lavarse frecuentemente las manos, mantener, siempre que sea posible, una distancia de seguridad de un metro y medio con otras personas de la comunidad educativa o utilizar el ángulo interno del codo para protegerse en el acto de estornudar o toser, hay algunas cuestiones específicas relacionadas con la actividad que se desarrolla en el centro. Por ejemplo, no compartir instrumentos, boquillas o cañas. Sí se podrán intercambiar instrumentos que no sean de viento, siempre que se extreme la higiene de manos antes y después de su utilización. Tras su uso compartido, deberán desinfectarse las superficies de los instrumentos que entren en contacto corporal con el intérprete.

A mayores de estas medidas, la Escuela de Música y Danza contará con una serie de mamparas de metacrilato que no restan visibilidad, ni merman la acústica, pero actúan como barrera para minimizar el riesgo de transmisión del virus entre alumnos y profesores. “Hemos pensado que entre profesor y alumno, sobre todo para instrumentos de viento y para el canto, vendría bien una mampara de protección de metacrilato transparente que va a permitir la visibilidad y la audición completa y también va a servir de barrera sanitaria por si acaso hay alguna posibilidad de contagio”, explica Victórico Javier Domingo, el director.

Hay otras normas como la de desplazarse por los pasillos de la escuela siempre por la derecha, evitando paradas que entorpezcan la libre circulación, llegar con puntualidad a clase, evitando la espera en los pasillos y utilizar preferentemente las escaleras. Si es necesario el uso del ascensor, se debe hacer de forma individual, excepto cuando se trate de personas que necesitan asistencia.

El profesorado también está obligado a cumplir con una serie de indicaciones, como la de ventilar frecuentemente los espacios donde se desarrolla la actividad, vigilar que el alumnado se aplica gel hidroalcohólico al entrar a clase o desinfectar las superficies usadas por el alumnado antes de comenzar una nueva clase. También debe procurar que en las clases colectivas de instrumentos de viento, se mantenga la mascarilla como uso general y se la quiten sólo los alumnos que van a tocar, estableciendo turnos que propicien la distancia de seguridad entre los que tocan simultáneamente.

Ya en el mes de junio decía el director que el desarrollo de este próximo curso dependería de la evolución de la pandemia y de las instrucciones que dicten las autoridades sanitarias, sin descartar ninguno de los escenarios posibles: desde una completa normalidad, hasta un nuevo curso similar al último trimestre, pasando por una situación intermedia, donde se combinen clases presenciales y telemáticas para poder cumplir con las medidas de limitación de aforo que sean necesarias en cada momento. De momento, a día de hoy se la previsión es la total presencialidad de las clases, pero nadie sabe qué va a ocurrir en las próximas semanas. “En el coro, por ejemplo, el profesor tiene que valorar la posibilidad de cantar con mascarilla, pero de aquí al 13 de octubre tenemos que contar con que pueden ocurrir cosas que nos indiquen o que nos hagan tomar decisiones, como que las clases pudieran ser semipresenciales, por ejemplo, pero en principio el protocolo que hemos planteado es para que las clases sean presenciales”, añade el director.

Asignación de horarios

Por otra parte, en los próximos días se establecerán los horarios de las clases individuales de instrumentos. Cada profesor se pondrá en contacto con sus alumnos para organizar esos horarios, aunque en caso necesario están previstas reuniones en el salón de actos con cada uno de ellos, entre el 21 de septiembre y el uno de octubre de acuerdo a un calendario que publica la página web del Ayuntamiento de Aranda.

En este mismo portal municipal se pueden consultar las bases de las subvenciones para el alumnado correspondientes al curso anterior, que están a punto de publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia. También se pueden descargar la instancia y los documentos anexos necesarios para solicitar estas ayudas, que tienen una partida económica de 3.500 euros. El plazo para hacerlo termina el 25 de septiembre.

 

 
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