Las mujeres y los jóvenes son quienes peor salud mental han tenido durante el confinamiento
El estudio establece que el 40% de la población presentaba mala salud mental en esos primeros días
Salud mental durante el confinamiento / GettyImages - Justin Paget
Burgos
Las mujeres y los jóvenes de entre 18 y 30 años son los dos colectivos que más han mostrado una mala salud mental durante el confinamiento y que más estrategias de afrontamiento han empezado para minimizar las consecuencias adversas derivadas de la pandemia.
El informe se centró en cuáles fueron los pensamientos y conductas que las personas utilizaron, en un primer momento, para hacer frente a la situación inesperada producida por la COVID-19 y como ha afectado esta situación a la salud mental de cada persona. Comparándolo con un estudio de 2017, el 20% de la población presentaba mala salud mental, mientras que tras el confinamiento esta cifra se duplicaba.
Los principales resultados de esta investigación señalan que, en la primera etapa del confinamiento, las personas afrontaron la situación utilizando preferentemente la auto-recompensa y gratitud, estrategias relacionadas con centrarse en los aspectos de la vida que van bien, y estar agradecido por ello. Otra de las maneras de afrontar estos primeros días de confinamiento fue mediante la distracción, es decir, mantenerse ocupado y pensar en otras cuestiones con el fin de olvidar el malestar sufrido. Sin embargo, se utilizaron con poca frecuencia estrategias como el aislamiento social, el abandono psicológico y la religiosidad o espiritualidad.
Entre las mujeres y los jóvenes se puso en marcha estrategias tanto adaptativas como desadaptativas o ambivalentes lo que indica dificultades para seleccionar aquellas acciones concretas que puedan mejorar su salud psicológica.
En relación a los jóvenes, Ubillos ha lamentado que no se haya tenido en cuenta informes como este donde a través de campañas se podía haber minimizado el riesgo contagio a través de los jóvenes y sus conductas, ya que en el estudio se refleja que tienen menos percepción del riesgo y la manera de mejorar su salud mental era volver a la vida social.
Ubillos ha recomendado no rendirse ante la situación, no evitar el contacto con las personas, no pensar de forma reiterada en el malestar sufrido, no inhibir sus emociones o tratar de fingir lo que se siente, no confrontar con los que se consideran responsables de la situación ya que si se evitan estas acciones, se paliarán los efectos negativos del confinamiento sobre la salud emocional y mental.
