Santiago y Ourense estrenan restricciones
Sanidade alerta del "riesgo alto" de "múltiples cadenas de transmisión" en la capital gallega, donde los infectados son jóvenes de entre 20 y 24 años, mientras que en el caso ourensano preocupa el volumen de contagiados entre mayores
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Jesús Vázquez Almuíña gesticula en rueda de prensa / Xunta de Galicia
Santiago de Compostela
El coronavirus sigue avanzando en Galicia y obliga a Sanidade a tomar medidas cada semana. Santiago y Ourense estrenan desde este jueves nuevas restricciones. Ya son cuatro de las siete principales ciudades gallegas en las que el comité clínico de expertos que asesora a la Xunta ha recomendado adoptar medidas para contener el brote, mientras que el Gobierno gallego sigue insistiendo en que Galicia está mejor que el resto de España.
Las nuevas medidas que se aplicarán también en Santa Comba, A Laracha y Carballo son similares a las que regían en A Coruña y Lugo: hay limitación de reuniones privadas a diez personas y se reducen los aforos en locales al 50%. Por supuesto, no se permiten las verbenas ni las fiestas, se prohíbe la entrada y salida en residencias, y se cierran los centros de día. También se reduce el número de asistentes a bodas, comuniones y velatorios.
En Galicia el número de nuevos positivos se mantiene por encima de los 200 diarios, cada vez hay más brotes, y las autoridades sanitarias tratan de aplacar la curva de contagios. Ahora, tras las medidas en A Coruña y Lugo, ponen el foco en dos zonas: Santiago y Ourense.
BUGALLO: "HAY QUE CUMPLIR LAS NORMAS"
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, reaccionó a las nuevas medidas impuestas por Sanidade. El regidor afirmó que "era algo perfectamente previsible, con lo que ya contábamos. Debemos estar psicológicamente preparados para afrontar estas restricciones. Es muy importante ser prudentes, responsables y cumplir las normas que se determinen. Las medidas hay que respetarlas en el puesto de trabajo, donde hacemos deporte o en el colegio, sino también cuando salimos a la calle, quedamos con amigos o vamos a tomar un café o una copa".
En el caso de la capital gallega, el Servizo Galego de Saúde reconoce que hay "alto riesgo" de que se den "múltiples cadenas de transmisión". Un brote en el principal gimnasio de la ciudad tiene en jaque a las autoridades, porque sus usuarios proceden de múltiples puntos de la ciudad y de la comarca, lo que contribuye a expandir el virus. En este caso, la mayor parte de los contagiados, son jóvenes de entre 20 y 24 años.
Mientras, en Ourense, preocupa que se estén dando casos en gente mayor. Las alarmas se han encendido porque "la media de edad de las personas más afectadas es superior al resto de Galicia".
