El Banco de Alimentos de Alicante teme que la cifra de demandantes supere a la de donaciones este final de año

Alicante

La crisis económica y social provocada por la pandemia del coronavirus sigue dejando a muchos ciudadanos en una situación de extrema vulnerabilidad, un panorama que podría agravarse todavía más en los próximos meses.

Muchos de ellos, a estas alturas, siguen teniendo problemas incluso para poder comer todos los días, y desde las entidades benéficas alertan de que el número de demandantes podría superar el de las donaciones.

Es el aviso que lanzan desde el Banco de Alimentos de Alicante. Según explican, el número de personas beneficiarias ha aumentado un 60% con respecto al mes de febrero, justo antes de que empezara la pandemia. En esos momentos, el número de demandantes se situaba cerca de 32.000 en toda la provincia, ahora la cifra supera los 50.000 y se espera que vaya en aumento en los próximos meses.

A pesar de que el nivel de donaciones sigue siendo muy bueno, en el que incluso se ha llegado a triplicar la recepción de alimentos, se han ido agotando los excedentes de hostelería y restauración y desde la ONG temen que no lleguen a alcanzar la alta demanda que se espera para los próximos meses.

Juan Vicente Peral, presidente del Banco de Alimentos de Alicante, explica que "las donaciones no van a llegar al mismo nivel que durante los primeros meses de la pandemia y por lo tanto van a tener apreturas en la atención de las necesidades de los más desfavorecidos".

Eso sí, explica Juan Vicente Peral que a mediados de septiembre recibirán 1.100.000 kilos de alimentos en uno de los tres envios anuales que reciben de la Unión Europea y que distribuirán entre octubre y noviembre. En junio ya recibieron el primer envío, aunque más pequeño, y en febrero tendrán otro más. Estas aportaciones junto a la solidaridad de las empresas podrán ayudar a seguir con la actividad al Banco de Alimentos.

Otro de los problemas que han tenido durante estos meses es la desaparición o el cierre de muchas redes de distribución ya que la mayoría de sus voluntarios, jubilados o prejubilados, no han continuado con la actividad. Peral solicita la creación de grupos de voluntarios más jovenes que permitan a estas redes seguir con su labor social.