La culpa de los rebrotes

Noa De La Torre Posdata La Ventana 4 Septiembre 2020
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Valencia
Creo que nadie esperaba –al menos yo no- lo que hemos vivido este verano con los rebrotes. Se daba por hecho que tras el confinamiento del estado de alarma, el coronavirus nos daría una tregua, al menos hasta otoño. No ha sido así, y habría que preguntarse por qué.
Ante la primera ola repentina de contagios, la improvisación política para gestionar la crisis podía entenderse. Seguramente son más difíciles de justificar los errores políticos en una segunda ola y con la experiencia acumulada. Es decir, hoy hay una responsabilidad política mayor en la incapacidad de frenar la curva ascendente de contagios, en la incapacidad de prever el desastre. Y además, con los colegios a punto de abrir.
Podríamos hablar de la falta de rastreadores, de los retrasos con las PCR, de la saturación del sistema sanitario… Pero sinceramente pienso que tampoco podemos eludir nuestra propia responsabilidad como ciudadanos.
Es fácil echar siempre la culpa de todos los males a la clase política, pero después de lo visto este verano, ¿cómo no íbamos a estar hoy así? Fiestas multitudinarias, bares abarrotados, gente sin mascarilla… Nosotros elegimos sentarnos en una terraza donde no se respeta la distancia, y luego nos quejaremos si cierran las terrazas.




