Visitamos el Museo de Bellas Artes con su nuevo director

Valencia

El Museo de Bellas Artes de València ha abierto esta mañana sus puertas al programa Hoy por Hoy Locos por Valencia. De la mano de su nuevo director, el profesor de arte Pablo González Tornel, nombrado a principios de verano, pero que ha comenzado a ejercer hace unos días, hemos recorrido algunas de las salas más destacadas de esta impresionante pinacoteca.

Antes de iniciar la visita, Pablo González nos ha reconocido que está ante un reto complicado, pues es de sobra conocido que el Museo de Bellas Artes necesita un importante impulso para que conecte definitivamente con la sociedad que lo alberga, y que el gran público empiece a visitarlo.

Este museo está considerado como la segunda pinacoteca de España y destaca fundamentalmente por los retablos góticos. Algunos estudiosos del arte consideran al Museo de Bellas Artes el museo que tiene los mejores retablos góticos del mundo. Una situación que contrasta con la escasa afluencia de visitantes y el distanciamiento con sociedad e instituciones, algo que el nuevo director se ha planteado corregir.

Pablo González Tornel es licenciado en Historia del Arte por la Universitat de València (2000) y doctor por la Universidad Politécnica de Valencia (2005) obteniendo la calificación de Sobresaliente Cum Laude y el Premio Extraordinario de Doctorado al año siguiente. Desde agosto de 2018 es profesor en la Universitat Jaume I de Castellón.

El Museo de Bellas Artes de Valencia es el referente museístico más importante de la Comunidad Valenciana. Desde su fundación en 1837 hasta el momento actual, han trascurrido casi dos siglos, en los que ha sido testigo de numerosos avatares unidos al devenir histórico de la ciudad de Valencia. Fundamentalmente está formado por una gran pinacoteca y un amplio fondo de dibujos y grabados, además de esculturas, piezas arqueológicas, fragmentos arquitectónicos, fotografías y artes decorativas.

La primera ubicación de este museo fue en el Convento del Centro del Carmen, pero al final de la guerra, y como consecuencia del estado ruinoso del edificio del convento, se decidió trasladar el Museo al Colegio Seminario de San Pío V, actual sede del Museo de Bellas Artes de Valencia.