Profesores, profesoras: todo nuestro cariño y confianza

Palencia

En medio del estruendo, del ruido que genera la incertidumbre por el inicio de un curso escolar que no es un curso cualquiera, en el marco de una pandemia que repunta, surgía en nuestra emisora la voz serena de ese referente en materia educativa que es Ramiro Curieses, director de instituto y orientador educativo. De lo que dijo, me quedo con su mensaje pidiendo tranquilidad a los padres y madres. Serenidad, calma. Pedía también confianza en los profesores y en los centros que saben lo que es mejor para nuestros hijos.

Esas palabras delatan lo evidente; que toda la responsabilidad recae sobre los hombros de los equipos educativos y, muy especialmente, de los equipos directivos. Menos mal, es preferible que sea así frente e la inoperancia general de los políticos. ¿Dónde están los planes de contingencia que debería haber elaborado la Junta de Castilla y León desde marzo para afrontar cualquier tipo de escenario? ¿De qué sirve anunciar la contratación de centenares de profesores si no se explica en qué condiciones se contratan, por cuánto tiempo y hasta qué punto se va a reducir la ratio por aula? Es más, en secundaria no se prevén grandes reducciones.

Curieses apostaba por la educación presencial, pero siempre desde la honestidad, sin engañar al ciudadano con recursos que, o no existen, o no son tan eficaces como la administración pretende hacer creer. Ponía sobre la mesa una cuestión clara; ¿qué va a pasar si un profesor entra en cuarentena? ¿Tendrá sustituto al día siguiente? Tengo la impresión de que no será así. Ojalá me equivoque. Comienza el curso y conviene pedir que no se estigmatice, que no se criminalice a aquellos centros en los que aparezcan positivos y mucho menos a sus equipos directivos.

Hay que pedir sensibilidad y comprensión, especialmente en aquellos centros educativos que trabajan por la población más vulnerable. Es más, que no se nos olvide que el contagio se puede producir por comportamientos adolescentes ajenos a colegios e institutos. Dicen que habrá un plan de contingencia antes del 30 de septiembre. Pero la sociedad y la realidad van más rápidas que la administración. Los profesores, los maestros, confieso que me gusta más esa palabra, hace semanas que tienen su plan de contingencia. Ánimo y toda nuestra confianza. Sabemos que nuestros hijos están en las mejores manos. Tenéis todo nuestro cariño y nuestro agradecimiento por vuestro trabajo, especialmente en tiempos de pandemia.