Me siento seguro

Palencia

Para mí es un honor volver a contar con la confianza de esta emisora para colaborar en el espacio de la firma personal y, por ello, haré todo lo posible para estar a la altura de las expectativas que han depositado en mí este gran equipo de profesionales.

Entrando en harina he de comentar que estoy estupefacto de ver cómo se están desarrollando los acontecimientos en torno al COVID en estos momentos. Soy un ingenuo, ya que estaba convencido de que, al inicio de la nueva temporada de colaboraciones, habría otros temas de los que opinar que no tuviesen relación alguna con la pandemia. Es más, después de una sobredosis de la canción “Resisteré” del Dúo Dinámico en los meses de marzo, abril y mayo, pensé que ésta sería la hora de la canción “Me siento seguro” de Mocedades. Pues nada más lejos de la realidad.

Desde el mes de julio se viene incrementado el número de infectados, a tal ritmo, que ya ni Fernando Simón rehúye hablar de una segunda ola. Es en este escenario dónde va a comenzar el curso escolar 2020/2021. Es un asunto de tal importancia que viene abriendo, los últimos días, las portadas de los periódicos y de los noticiarios, ya que afecta a una inmensa mayoría de la población y viene provocado por una ausencia de protocolos institucionales que den confianza a las familias y a los profesionales de la docencia.

Eso sí, a cualquier político que le oigas hablar de este tema te responderá que la vuelta al cole es segura y yo, en ese momento, siempre comienzo a tararear la canción de Mocedades y me quedo más intranquilo aún. ¿Cómo pueden transmitir ese mensaje cuando siguen sin abrir los consultorios médicos, los aforos del resto de los espacios públicos se reducen a la mínima expresión o se mira mal a las personas que acuden a una oficina a realizar una gestión en vez de hacerla por internet?

Una de las razones que dan para garantizar esa seguridad es que los niños contagian seis veces menos que los adultos, pero contagian y nunca han hecho un estudio de cuál es el nivel de contagio de los adolescentes, aunque, eso sí, les responsabilizamos públicamente de esta segunda ola. Sé que es importantísimo que los centros docentes estén abiertos por varias razones, unas sociales y otras educativas, pero esto no debe ser la excusa que avale cualquier forma de comenzar.

Al final, teniendo más de cinco meses para organizar un inicio de curso escolar con las mejores garantías posibles, se ha improvisado en el último momento y se deja la máxima responsabilidad a los equipos directivos, lo que es una vergüenza. Estoy convencido de que todos y cada uno de mis compañeros va a poner de su parte para que el virus no se extienda por los centros educativos, pero atisbo que pronto llegará un tsunami que implicará a toda la sociedad.

Estamos como los sanitarios en los primeros momentos de la pandemia, sin medios eficaces para poder frenarla, sólo con hidrogel, mascarillas y un metro y medio de distancia, donde sea posible. Ah, se me olvidaba y la suerte que nos acompañe.

Muchas gracias por su atención y, desde esta atalaya, quiero mandar un abrazo muy especial a todos aquellos que han resultado afectados por el coronavirus