Medio año de pandemia en la Ribera: 116 fallecidos y más de 3150 contagios
Cuando se cumplen seis meses desde el que el 13 de marzo se detectara oficialmente el primer caso de coronavirus en la comarca las cinco zonas de salud de la Ribera están experimentando un repunte que eleva cada vez más rápido el número de nuevos contagios
En la actualidad hay 540 personas en los que la enfermedad está en activo, de las cuales 20 permanecen ingresadas en el hospital de los Santos Reyes, donde ya son ocho los fallecidos en la segunda oleada de contagios

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Aranda de Duero
La pandemia incrementa de nuevo su ritmo de extensión en la Ribera y lo hace justo cuando se cumplen seis meses desde que el 13 de marzo de detectara la aparición del primer caso confirmado de coronavirus en la Ribera del Duero. Medio año después las cifras indican un claro repunte en el ritmo de contagios: este 13 de septiembre el Hospital de los Santos Reyes amanecía con tres ingresados más que en la jornada anterior y ya son veinte las personas que atiende el centro comarcal, después de que estuvo todo el mes de junio y parte del de julio sin ningún paciente covid hospitalizado. Ahora el número se está incrementando sobre todo en los últimos días, hasta casi duplicarse durante el fin de semana: si el pasado viernes eran once los ingresados, este domingo han llegado a veinte.
También se incrementa la mortalidad: la última muerte de un paciente covid en el hospital comarcal se ha producido este fin de semana (un hombre de 90 años procedente de una residencia) y ya son ocho las personas fallecidas en el hospital en esta segunda oleada de contagios, a las que hay que añadir al menos otras dos que murieron durante el trayecto al centro hospitalario. Todos estos pacientes eran mayores de ochenta años y en un elevado porcentaje procedentes de residencias de mayores.
No solo repuntan los casos más graves de la enfermedad. En la última semana también vuelven a subir los contagios entre la población. Después del rápido repunte que experimentó Aranda a finales de julio y que provocó su confinamiento por parte de la Junta entre el 7 y el 22 de agosto, los contagios parecieron contenerse, aunque previamente se extendieron al medio rural. Sin embargo, en los últimos días vuelve el repunte: en Sanidad preocupa especialmente la zona de salud de Roa, donde con 40 contagios detectados en los últimos siete días la tasa de incidencia se sitúa en 66 nuevos casos por 10.000 habitantes, la misma que tenía Aranda cuando comenzó su segundo confinamiento. También es elevada la tasa en la zona de Aranda Rural, donde 41 contagios en los últimos días elevan la incidencia a 43,53 por 10.000 habitantes. Con 64 casos nuevos detectados en Aranda en la última semana la capital ribereña tiene una situación aparentemente mejor, con una tasa de entorno a 17 por 10.000 habitantes, pero solo hace siete días la tasa era mucho menor, de entorno a 7 contagios por 10.000 habitantes. Y Huerta de Rey, que de nuevo llevaba varias semanas sin ningún contagio detectado, ha sumado dos en los últimos siete días.
En la actualidad hay 538 casos activos en el conjunto de las cinco zonas de salud de la Ribera del Duero.
Radiografía de medio año de pandemia en la Ribera
Desde que el 13 de marzo se detectara oficialmente el primer caso de coronavirus en un paciente de la Ribera del Duero la enfermedad ha afectado a 3.154 habitantes de la comarca. De ellos más de doscientos han tenido que pasar por el hospital comarcal al haberse agravado sus síntomas. En el Santos Reyes han fallecido 51 personas con la enfermedad confirmada, aunque según los datos de la Junta las muertes de pacientes con coronavirus en este tiempo en las cinco zonas básicas de salud de la Ribera han sido más del doble, 116 en total: 77 en Aranda, 31 en la zona de Aranda Rural, siete en el entorno de Roa y uno en el de Huerta de Rey. En esta estadística se contemplan tanto casos confirmados con prueba como los diagnosticados por síntomas, y no en todos los casos la muerte se ha producido como consecuencia directa del virus, sino que en algunas ocasiones han sido patologías previas las desencadenantes del fallecimiento.




