Prueba

Jerez de la Frontera

A veces, no sé por qué razón, no existe correlación entre una noticia y su reflejo en la prensa.

Me explico.

Leo en pequeño que un prestigioso laboratorio americano, con la exhaustiva aprobación de la FDA, va a comercializar ya una prueba rápida del Covid.

Pero no sólo eso. Costará apenas cuatro euros. Su eficacia se acerca a la infalibilidad. Es fácil y cómoda de realizar. Y para colmo el resultado se verifica en apenas quince minutos. Y todo ello porque detecta la proteína del maldito bicho.

¿Sabe realmente la prensa lo que esto representa?

Si es cierto, que ya uno está en fase de suspicacia universal, significa control. Hasta ahora, por mucho que Simones e Illas se empeñen, ha mandado la pandemia. Ella decide nuestras vidas, nuestro futuro y nuestras sonrisas.

La referida prueba nos permitirá recobrar el control. La asequible posibilidad de detectar y aislar rápidamente a los contagiadores, de limpiar empresas, cultura, fiestas, transportes, playas, calles... Desaparecerán esas cuarentenas ciegas, preventivas y disuasorias. Seremos nuevamente dueños de nosotros mismos. Al menos lo que otros nos dejen.

Incluso facilitará el necesario impulso del turismo, aunque para algún fundido iluminado sea una actividad residual. Para muchos es el pan de cada día.