La movilidad como arma arrojadiza

Valencia

En València hemos asistido en los últimos años a enormes polémicas a cuenta de algunos de los cambios producidos en la movilidad de la ciudad. Basta con recordar el colapso que se iba a producir cuando se habilitaron nuevos pasos de peatones con semáforos en la avenida del Cid. O cuando se habilitó el carril bici de Reino de Valencia, o el anillo ciclista en la ronda interior.

Ha pasado el tiempo y esos cambios se han interiorizado sin mayor consecuencia. Eso no quita que algunos los sigan discutiendo, y es legítimo, siempre que sea en el marco de un debate sosegado. Todo lo contrario a lo que ha ocurrido en realidad. Se ha discutido mucho de los temas de movilidad desde la víscera, no desde la razón. Y los políticos han contribuido a ello.

En lugar de buscar la contraposición de propuestas, en lugar de acercar posturas, e intentar consensos, han utilizado la movilidad como arma arrojadiza, como elemento de crispación. Eso no lo merece esta ciudad.