La Virgen de la Fuencisla ya está en la Catedral de Segovia
Solo 250 personas pudieron acceder a la Catedral, ante las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus
Miembros de La Esteva danzan ante la Virgen de la Fuencisla / Juan Martín
Segovia
Los actos de celebración de la novena en honor de la Virgen de la Fuencisla en el 2020 pasarán a la historia ante las grandes medidas sanitarias para evitar el contagio del coronavirus.
La cofradía y los responsables catedralicios tomaron la decisión de no celebrar la tradicional subida de la Virgen para así evitar grandes concentraciones de público en las calles. De esta manera los segovianos no pudieron ver a la patrona por las calles en el traslado desde su santuario hasta la Catedral. Algo, que con toda probabilidad, tampoco hubiera sucedido ya que a las ocho y media de la tarde, hora prevista para su llegada a la Plaza Mayor, descargaba la lluvia sobre el casco histórico de la ciudad.
El traslado de la imagen desde el santuario hasta el principal templo de la diócesis se produjo en la tarde anterior en un coche tras la misa celebrada a las siete de la tarde en la Fuencisla.
Camareras de la Virgen de la Fuencisla portando la imagen en la Catedral de Segovia / Juan Martin
Camareras de la Virgen de la Fuencisla portando la imagen en la Catedral de Segovia / Juan Martin
A las ocho de la tarde el templo cerraba sus puertas al completarse el aforo de 250 personas que podían entrar para observar la llegada de la talla hasta su trono, donde permanecerá los próximos nueve días. Ente los segovianos que entraron a la Catedral uso obligatorio de mascarillas y separación en los bancos y las sillas dispuestas de metro y medio.
Las camareras de la Virgen portaban la imagen desde la sacristía de la capilla del Santísimo, recorriendo la Vía Sacra, por el interior de la Catedral, hasta un pequeño altar en la mitad del recorrido. Fue entonces cuando componentes del grupo folclorico La Esteva bailaban ante la imagen de la Virgen de la Fuencisla la Entradilla y una jota al son de la dulzaina y el tamboril.
La patrona lucía el manto verde que la regaló la Guardia Civil el año pasado, además del pectoral que en su día le regalará el obispo Luis Gutiérrez y el emblema del arma de artillería por el que recibe honores de capitán general.
Tras las danzas, de nuevo, las cuatro camareras llevaban a la Virgen hasta el altar mayor del templo donde miembros del parque municipal de bomberos de Segovia subían la talla hasta el lugar principal desde donde presidirá durante nueve días loa actos en su honor.
En su intervención de bienvenida el obispo, César Franco, pidió a la madre de los segovianos que interceda para que acabe pronto la pandemia y poder volver a nuestra vida ordinaria "aleja de nosotros este mal y el peligro del contagio y protege a nuestros niños y jóvenes que vuelven a la escuela". El máximo responsable de la diócesis señaló que este año el novenario y todos los actos no serán tan concurridos, más sobrios. Y tuvo palabras de recuerdo para todas las personas y en especial a los ancianos que no podrán este año mostrar su fervor a la patrona.
Para continuar diciendo que hay otros males peor que la pandemia como la debilidad de la Fe, la indiferencia religiosa, el abandono de Dios o el pecado en sus muchas formas. Para concluir señalando que “vivimos una crisis económica muy seria que pone en peligro la estabilidad de los hogares y de las familias. Vivimos tensiones sociales muy fuertes y enfrentamientos ideológicos que no favorecen la paz y la unidad entre los hombres y vivimos una crisis de valores espirituales de especial envergadura en la que se desprecia la verdad y la justica social y la caridad fraterna. Haz señora que el hombre que sin Dios somos pobres e indigentes que caminamos por la oscuridad y por eso te pedimos luz para guiar nuestros pasos”.
La interpretación del himno de la Fuencisla ponía punto y final a la celebración con los asistentes abandonando el templo por las distintas puertas de la Catedral segoviana.
