Enfado en las zonas restringidas de Alcobendas: "Hemos esperado una semana al resultado de la PCR de mi hijo"

Madrid

Las medidas anunciadas este viernes por la Comunidad de Madrid para controlar la situación epidemiológica han sido como un "jarro de agua fría" para los habitantes de las 37 zonas sanitarias donde se restringirá la movilidad. Áreas de hasta seis municipios y otros seis distritos de la capital donde viven en total más de 850.000 personas. Los vecinos de Miraflores y Chopera, en el casco urbano de Alcobendas, entienden la necesidad de prevenir, pero piden que sus medidas tengan un carácter general y autonómico para que puedan ser efectivas.

Los comerciantes y hosteleros recuerdan que sus negocios todavía se están recuperando y lamentan que estas restricciones selectivas pueden llevar a sus clientes "de ciertas calles para allá", donde los locales sí podrán seguir cerrando a la una de la mañana. Entre las reglas que el decreto del gobierno regional contempla para la hostelería de estos lugares a partir del lunes está la reducción de aforo al 50%, la imposibilidad de servir en la barra o ese cierre obligatorio a las diez de la noche.

Los vecinos también se muestran "asustados" por la incidencia del coronavirus durante las dos últimas semanas en Miraflores (Más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes) y Chopera (1.500 por cada 100.000). La mayoría acoge las medidas como "necesarias, pero insuficientes", porque reclaman más medios humanos y recursos materiales para la atención primaria: "en este centro de salud hay mucho follón, muchos niños y tan sólo una pediatra", nos cuenta una madre que esperó durante más de una semana para conocer el resultado de la prueba PCR de su hijo, que acababa de empezar la guardería y ha tenido un virus estacional.

Además, la población de estas zonas restringidas de Alcobendas está confundida por sus desplazamientos laborales y no sabe cómo van a controlar el acceso o salida de las mismas cuando solo las separa una calle del resto de barrios. La dueña de una peluquería situada en uno de los límites se pregunta si el ejército o la policía pondrá controles en cada vía.

Los vecinos también demandan una estrategia de movilidad para toda la región porque estas decisiones "sirven de poco si los cercanías y los metros están masificados y pasan cada diez minutos incluso durante las primeras horas de la mañana". Por su parte, los niños y jóvenes podrán continuar acudiendo a los once colegios e institutos que se encuentran en estas dos zonas sanitarias, aunque se cerrarán todos los parques y jardines.