La música en directo se reinventa en Granada para satisfacer a los amantes de los festivales
Durante dos días el recinto del Cortijo del Conde acogió una nueva edición del festival que marca el fin del verano, contando con Viva Suecia, Full, Fuel Fandango y Dorian entre sus nombres
undefinedDaniel Martín
Granada
Desde hace ya unos años hay una tradición no escrita que dicta que el Granada Sound es la frontera entre los eventos al aire libre y los conciertos en sala. Por suerte, este extraño año 2020 nos va a permitir que vuelva a suceder esa transición, aunque sigamos teniendo esa inseguridad casi continua de si se celebrarán los ya anunciados o no.
Podríamos hablar de las medidas ya conocidas por todos, gel para entrar, hileras de sillas en disposición general de 2, aunque había excepciones de singulares o hasta de 3, distanciadas entre ellas a 2 metros, uso de la mascarilla continuo, hasta aquí la nueva normalidad. Pero sí me gustaría recalcar como la organización modificó parte de la estructura de la zona de bebida y comida, pasando de mesas altas el viernes a vallado y señalización de la distancia de seguridad.
Que el Granada Sound tiene un peso importante en la historia de The Music Republic, que es la promotora del evento, lo sabemos por las palabras de cariño que siempre le dedica su director, Antonio Romero. Que haya salido hacia delante esta edición ha sido un auténtico reto y quebradero de cabeza para todo su equipo, debido a los continuos cambios en normativa sanitaria.
Paradójicamente cuanto más se han alejado de "la vivencia de una experiencia musical única", más ha triunfado el respeto a los artistas y el goce del público hacia sus letras y notas. Ha sido como desnudar ese macrofestival que conocemos y volver a la esencia de aquel primigenio Alhambra Sound. Algo de lo que te das cuenta nada más que llegar al recinto y ver que apenas se usa la mitad del terreno, un escenario mucho más sencillo y ausencia de marcas patrocinadoras.
El cartel estaba compuesto por Full, Fuel Fandango, Varry Brava, Elyella, Inmir, Vientiuno, Viva Suecia y Dorian, dos jornadas de lo más heterogéneas con un arco de artistas que contemplaba una gran mayoría de estilos y que se guardaban para sí más de una sorpresa en forma de versiones.
El viernes y con puntualidad rigurosa apareció Javi Valencia con el resto de la banda sobre el escenario desplegando toda la rabia contenida durante estos meses de confinamiento, haciendo que un supuesto concierto acústico, algo que hasta dudó su cantante que así fuera y pasara a ser al que estamos habituados de ellos, siendo Tercera Guerra Mundial la primera de un listado de temas muy cuidado y equilibrado, haciendo paradas en cada uno de sus trabajos para poder disfrutar de Aullando, X o Distintos, un tema que estuvo a punto de quedarse fuera de su álbum debut, "Mi primer atraco".
Acto seguido llegó la magia cordobesa de Nita al frente de Fuel Fandango, uno de los grupos que más expectación nos generaba, no tanto por la indudable contundencia de sus temas, si no por ver como abandonaban su estilo electrónico para fundirse en un par de guitarras y el uso esporádico un teclado con bases rítmicas y no, no defraudaron. Además en este formato nos podemos dejar llevar por los giros y quejíos de Nita con su su cercanía al flamenco. Una marca característica de este grupo es alternar castellano con inglés, siendo una rara avis en el panorama nacional. Para enmarcar fueron las versiones que hicieron de La Llorona de Chavela Vargas y que han sacado junto a DePedro o el estreno de Tuyos, el tema principal de la serie Narcos, obra de Rodrigo Amarante.
Con Barry Brava llegaba la fiesta, al igual que sus compañeros de día con un nuevo esquema más sosegado, para intentar apaciguar las ganas de bailar por parte del público, aunque atisbos o intentos hubo. Algo totalmente normal después de tanto tiempo sin que la música en directo, la real y cercana no fluyera a través del cuerpo. Eso sí, la capacidad innata para trasladarte a la ubicación de sus letras de este trío alicantino sigue intacta.
Cerraba la jornada del viernes el dúo Elyella, María y el Mono más famoso de los festivales españoles nos dejaron una sesión donde se alternaban temas de Zahara, Tone and I, Miss Caffeina, con los suyos propios, como por ejemplo "Hola, ¿qué tal? con la colaboración de Jero Romero o "Todo lo que importa" junto a Viva Suecia mientras las salvas de confeti volaban por el Cortijo del Conde.
El sábado se cambiaban las tornas y sería la dj Inmir la que abría la fría tarde, ya dimos buena cuenta de ella el viernes con un aire que además de molesto, bajaba de forma considerable la temperatura. Debe ser complejo estar a los platos y no poder percibir las vibraciones de la gente y en un horario más de tardeo con chill-out que otro estilo, pero aún así mientras sonaba Lori Meyers, Zahara o el "Ayer salí" de León Benavente el público se fue caldeando para quedarse con ganas de más.
Por suerte la música en el Sound es una constante, Veintiuno apenas tardó unos minutos en aparecer y su legión de seguidores, a pesar de la juventud de la formación se hizo notar rápidamente. Aquí no había nada de intimidad, si no un sonido potente y unas letras sin pelos en la lengua, unos ingredientes que nos hicieron disfrutar más de lo a priori esperado. Un grupo que por instantes nos hizo recordar a los mejores Modestia Aparte y su edad de oro en el pop español y que han encontrado su testigo en ellos.
Desde Murcia llegaron Viva Suecia en semiacústico, con todos los integrantes sentados, dispuestos en primera fila cada uno de los 5 integrantes, demostrando la importancia y cohesión del grupo. Quizás se pierda algo de frescura de la "otra vida", aunque siguen brindado con el público al salir, pero se gana en calidad, calidez y cercanía. Una extraña gira ésta del "Milagro" que se cerró seguramente en Granada, según reconoció Rafa Val. Un repaso por los temas que conforman su último disco como "Necesitarnos tanto" o "Qué querías ser de mayor", salpimentados con éxitos pasados como "Permiso o perdón" en una inolvidable versión casi de blues rescatada de lo más profundo de Nueva Orleans. Guiños como este son los que no debemos olvidar que estamos ante una de nuestras grandes bandas, que ha alcanzado una cota superior con la incorporación de Maragato, aunque fuera para ayudar en la lesión de Rafa. No podemos pasar por alto los mensajes directos al Ministro de Cultura por su nula implicación en un sector que está agonizando y que ha demostrado que sabe hacer las cosas muy bien.
El fin de fiesta llegaba desde Barcelona de la mano de Dorian, una de las bandas más queridas por los "sounders" y que rara vez faltan a esta cita anual. Y lo hicieron como ellos saben, elegancia, energía a raudales, letras reconocibles y ganas de pasarlo bien. Todo ello a pesar de perder parte de los instrumentos en el vuelo que les trajo a Granada y que pudieron suplir con los de Veintiuno. Esa isla que es el Granada Sound nos secuestra cada año, tanto que muchos no queremos ir a cualquier otra parte y puede que ese sea el secreto para haber calado tan bien por nuestros lares.
Dos días donde la música ha sido la protagonista, diez horas en las que nuestra ciudad vuelve a demostrar el eterno romance entre la Alhambra, el público y los grupos. Una edición inolvidable, en muchos sentidos y que demuestra que esta reinvención de los festivales es #culturasegura.